En el epicentro del Bosque Seco Chiquitano, en Santa Cruz, Bolivia, se despliega el majestuoso paisaje de la Reserva de Vida Silvestre Tucabaca, un refugio natural que alberga una biodiversidad única y esencial para el equilibrio ecológico regional. Sin embargo, una sombra amenazante se cierne sobre este paraíso natural. Se ha descubierto una brecha de aproximadamente 819 metros que ha sido abierta de manera deliberada en el interior de esta área protegida. Más que una simple fractura en la geografía, esta apertura representa una seria amenaza para el río Tucabaca y, por ende, para la integridad misma de la reserva.
El 3 de diciembre, Eder Santibañez Flores, Coordinador del Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca en Santa Cruz, Bolivia, envió una carta al Gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, exponiendo una situación alarmante que amenaza a la Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (UCPN) de la Reserva de Vida Silvestre Tucabaca.
En la carta, Santibañez denunció la apertura de una brecha de aproximadamente 819 metros con desmonte mecanizado en el interior de la UCPN, alcanzando el río Tucabaca. Esta abertura, con un canal que podría desviar el río hacia sembradíos de agroindustria, ha sido identificada mediante análisis satelital que muestra una elevación de seis metros de altura.
El río Tucabaca, amenazado por la brecha, a pocos metros de su cauce.
Eder Santibañez, lamenta que, a pesar de una inspección realizada el 22 de junio de 2022, en la que participaron el director actual del área protegida, Rudy Vargas, y funcionarios de la Unidad de Medio Ambiente del municipio de Roboré, no se ha tomado ninguna medida restaurativa, investigativa o sancionadora hasta la fecha.
El Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca hace un llamado a una intervención inmediata para remediar la afectación, identificar a los responsables y llevar a cabo los procesos legales correspondientes a este delito cometido en una zona de protección estricta.
El Área Protegida del Valle de Tucabaca, ubicada en el Bosque Seco Chiquitano en Santa Cruz, Bolivia, es un santuario natural de extraordinaria importancia. Este rincón de biodiversidad alberga una variedad única de flora y fauna adaptada a las condiciones particulares del bosque seco. El Valle de Tucabaca no solo es un pulmón verde esencial para la salud del ecosistema circundante, sino que también desempeña un papel crucial en la conservación de especies endémicas amenazadas y en la preservación de valiosos recursos hídricos.
A pesar de la inspección, la falta de acciones correctivas lleva al Movimiento a exigir intervención inmediata y consecuencias para los responsables
La deforestación, implacable, da muerte a los árboles del bosque Chiquitano
Este paisaje extraordinario no solo destaca por su riqueza biológica, sino también por la presencia de comunidades indígenas y la interacción armoniosa entre la naturaleza y la cultura. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos, como la deforestación y las amenazas a sus recursos hídricos. La reciente denuncia sobre la apertura de una brecha con desmonte mecanizado dentro del área protegida subraya la urgencia de abordar y resolver las prácticas que ponen en riesgo la integridad de este invaluable ecosistema.
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