Durante 2023, la destrucción del bosque en Bolivia alcanzó niveles sin precedentes, con la pérdida de 696.362 hectáreas, especialmente significativa en el caso del bosque primario, de mayor valor ecológico, con 490.544 hectáreas afectadas. Santa Cruz se mantiene como el epicentro de la deforestación en Bolivia, mientras que Beni, con su bosque amazónico, ha surgido como un nuevo frente agropecuario y de deforestación. Por primera vez en la historia del país, la deforestación se ha consolidado en sus frentes de expansión tradicionales (Santa Cruz) y, al mismo tiempo, ha emergido en nuevas áreas forestales, especialmente en bosques primarios (Beni). Así lo ha revelado el reciente informe de Global Forest Watch.