
La noche del miércoles 26 de febrero en La Paz tenía un aire especial, de esos que anuncian momentos que quedarán grabados en la memoria. El auditorio de la Universidad Privada Boliviana (UPB) se llenó hasta el último asiento. La luz tenue y el murmullo expectante del público creaban el preludio perfecto para lo que estaba por suceder: el estreno del documental Tata Guasu, entre bosques y llamas en el Gran Paisaje.
Desde los primeros segundos, la pantalla cobró vida con imágenes que golpearon el mundo interior de todos los presentes. El fuego devorando el bosque, el sudor en los rostros de los bomberos, el sonido seco de las llamas quebrando la vegetación. La audiencia quedó en absoluto silencio, atrapada por la historia de lucha y resistencia que se desplegaba ante sus ojos. Tata Guasu (que en guaraní quiere decir fuego grande) es un documental y un coro de testimonio visuales de los macabros incendios forestales en Bolivia y el coraje de quienes arriesgan su vida para enfrentarlos en el Gran Paisaje Chaco-Pantanal.

La producción, realizada por Fundación NATIVA y Revista NÓMADAS, es el resultado de un esfuerzo conjunto en el marco de los Fondos Concursables de Piensa Verde, ASDI/Unión Europea, con el apoyo de instituciones y empresas privadas. El audiovisual muestra la devastación causada por los incendios forestales, y también invita a una profunda reflexión: ¿qué estamos haciendo para proteger nuestra tierra?
En el auditorio, entre los asistentes, se encontraban representantes de la Embajada de Suecia, la Unión Europea, organizaciones de la sociedad civil, investigadores, activistas medioambientales y miembros de instituciones y empresas que apoyan la labor de Piensa Verde, como también del mundo cinematográfico. Todos compartían un mismo sentimiento: la urgencia de actuar.

Iván Arnold, director de NATIVA, tomó la palabra con firmeza. “Este documental no es solo un testimonio visual de la crisis que vivimos, sino un recordatorio de que nuestras acciones hoy determinarán el futuro de este paisaje”, dijo. Con voz contundente, enfatizó: “Nos invita a tomar conciencia sobre el impacto que los incendios están teniendo sobre el medio ambiente, las especies que habitan este territorio y, por supuesto, sobre las vidas humanas que dependen de él. El Gran Paisaje Chaco-Pantanal nos pertenece, pero también pertenece a las generaciones futuras y a todos los seres vivos que comparten este vasto territorio. Es un llamado urgente a la acción, a ser parte de la solución y no del problema”.
Alfonso Malki, director de CSF y representante de Piensa Verde, recordó que Tata Guasu, significa en Guaraní Fuego Grande, y espera que “a través este proceso de concientización, de los procesos de colaboración que se están llevando adelante, ojalá crezcan y podamos ser más grandes que el fuego.

La proyección sumió a los espectadores en un silencio que lo llenaba todo. Cuando el metraje de 25 minutos llegó a su fin, el auditorio estalló en aplausos. Los rostros de los espectadores reflejaban una mezcla de asombro, indignación y admiración.
Luego, en el conversatorio, las voces detrás del documental tomaron la palabra. Roberto Navia, director de Revista Nómadas, compartió una reflexión que resonó profundamente: “El fuego no solo quema árboles; quema historias, memorias y sueños. Pero también nos muestra que, en medio de las cenizas, hay personas que se niegan a rendirse. Este documental es un homenaje a esos héroes anónimos que luchan por lo que aman”.
Además, enfatizó en que se debe sancionar a los autores materiales e intelectuales de los incendios, porque los incendios, son un gran negocio para muchos.
Maicol Albert Mamani, director del documental, relató su experiencia durante la producción: “Hacer Tata Guasu fue adentrarnos en una lucha que pocos ven. Durante meses, seguimos a bomberos y guardaparques en el Gran Paisaje Chaco-Pantanal, enfrentando el calor sofocante y el rugido del fuego. La única luz en la noche muchas veces era la de los incendios consumiéndolo todo. Pero entre cenizas y destrucción, encontramos resistencia. Vimos cómo, junto con los bosques, también desaparecen especies como el jaguar, guardián del ecosistema. Su pérdida es un recordatorio de que el fuego no solo arrasa árboles, sino la vida misma. Este documental es un testimonio de lucha y un llamado urgente a proteger lo que aún nos queda. Porque el tiempo se agota, y el fuego no espera”.
Pamela Revolledo, bióloga y miembro del equipo de NATIVA, expresó sus sentimientos encontrados: “La presentación del documental me ha generado satisfacción por el trabajo cumplido, pero también la desazón de saber que esto es solo un paso de muchos que se deben dar. Me doy cuenta, una vez más, de que hay tanto por hacer… y no sé si aún tenemos el tiempo suficiente. Es urgente establecer puentes de diálogo con los ‘no convencidos’. Dios nos dé tiempo, sabiduría y creatividad para lograr los cambios urgentes que se requieren frente a un modelo de desarrollo extractivista, insostenible desde todo punto de vista”.
El estreno en La Paz fue solo el comienzo. Tata Guasu seguirá su ruta, llevando su mensaje a otros rincones del país. Porque más que un documental, es una llamada urgente a la conciencia. Y esa noche en La Paz, quedó claro que su voz ya está resonando con fuerza.
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