
Santa Ana de Velasco, Santa Cruz, Bolivia. La calma de la Chiquitania se romperá del 18 al 21 de septiembre de 2025 con una sinfonía de esperanza. Bajo el emotivo nombre de Encuentro Infanto Juvenil de Orquestas de Música Barroca “Que la música no se quede sin selva”, la comunidad de Santa Ana de Velasco se convertirá en el epicentro de un festival que trasciende lo musical para abrazar una causa vital: la reforestación y la conciencia ambiental. Este evento, que ha congregado a siete orquestas de la región, promete ser un himno a la vida, el arte y la naturaleza.
Una inauguración cargada de simbolismo
El festival dará inicio el jueves 18 con la llegada de las siete orquestas participantes, cuyos buses llenarán las calles de la comunidad con un aire de entusiasmo y expectación. El recibimiento será en la emblemática Plaza de Santa Ana de Velasco, donde los jóvenes músicos compartirán los primeros momentos de un encuentro que busca conectar a la comunidad con el arte.
El acto de inauguración se celebrará en la Iglesia, un lugar que resuena con historia y espiritualidad. La ceremonia comenzará con una oración de bendición para el festival y sus participantes, seguida por las palabras de bienvenida de la Cacique de Santa Ana y el reconocido artista Milton Cortez, anfitrión del evento. El broche de oro de la apertura lo pondrá la Orquesta de mayores de Santa Ana de Velasco con una presentación especial. El día culminará con un concierto en la Iglesia, con las presentaciones de las Orquestas de San Miguelito y San Ignacio de Velasco, dando inicio a las veladas musicales que marcarán el encuentro.
Armonía entre tradición, arte y naturaleza
El programa del festival es una verdadera joya, diseñada para sumergir a los asistentes en la riqueza cultural y natural de la región. El viernes 19 de septiembre, la jornada comenzará con un taller de polinización de vainilla, guiado por las mujeres de la comunidad de Santa Ana de Velasco. Más tarde, se realizará una presentación sobre la conservación de los bosques y la elaboración de “bombas de semillas” para restaurar las áreas quemadas.
Por la tarde, los visitantes disfrutarán de una ruta turística por los rincones más emblemáticos de Santa Ana. El recorrido incluye la visita a la majestuosa Iglesia Misional, el Viborón y el taller de artesanías, un espacio para conocer el arte local a través de los textiles y las artesanías. El momento cúspide del día será el segundo concierto del festival, donde las orquestas de San Rafaelito, San Rafael y Guapacito se presentarán en la Iglesia de Santa Ana. La velada promete ser inigualable con la participación del maestro Ian Szaran, quien interpretará una pieza en el único órgano misional que existe en la región.
Una culminación memorable
El sábado y domingo, el festival se vestirá de gala para el gran cierre. El amanecer del sábado será recibido con un concierto a la orilla de la mágica Laguna de Tucabaca, donde un cuarteto especial ofrecerá música al amanecer. Los músicos se reunirán más tarde para afinar los detalles de la Novena Sinfonía bajo la dirección del maestro Szaran, preparándose para un concierto especial en la comunidad de Santa Teresa de Guapacito. El sábado culminará con un concierto que contará con las orquestas de Candelaria de Nosa y Santa Ana de Velasco, además de la presentación especial del artista Milton Cortez.
El gran cierre, el domingo 21, será un acto de profundo significado. Los participantes, invitados y público en general se unirán en el “bombardeo de semillas” en las zonas afectadas por los incendios forestales de 2024, un acto simbólico que une la música con la conservación ambiental. El festival concluirá con la interpretación conjunta de la “Oda a la Alegría” por parte de todos los músicos, un momento de celebración y reflexión donde la música y la naturaleza se unen en un solo clamor.
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