Es un libro en formato impreso y digital que todo aquel que tiene la tarea de prevenir, controlar, evitar y sancionar el tráfico de partes del jaguar y de otros félidos de Bolivia, lo lleven siempre debajo del brazo o en sus computadoras o teléfonos celulares, porque el rato menos pensado puede ser de mucha utilidad para encontrar a los delincuentes con las manos en la masa.
Su nombre es Guía de identificación de partes de félidos de Bolivia y está dirigida a los funcionarios que deben controlar y prevenir el tráfico de vida silvestre en reparticiones de aduanas, la Policía, aeropuertos, y gobernaciones. También está dirigido a las personas activistas que entregan parte de sus días a cuidar el medioambiente.
Imaginemos que la Guía de Identificación de partes de felinos es un gran destino, que viajaremos dentro de él. Ahí conoceremos detalles de las características del jaguar, del gato gris y del andino (entre otros), quiénes lo hicieron y cómo detectar entre los misterios de un equipaje donde se esconde un colmillo camuflado entre artesanías o cajas de bombón.
El hombre que ahora nos guiará por ese viaje es Damián Rumiz, licenciado en Ecología y Doctor en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, y Ph. D. en Vida silvestre de la Universidad de Florida, y que ha participado, junto a otros profesionales, en la elaboración de la Guía que usted, amable lector de Nómadas, puede descargar el documento dando clic en la siguiente imagen:
Puede descargar gratis la Guía de identificación de partes de félidos de Bolivia
Damián, ¿cómo empezó la elaboración de la Guía?
Mi dedicación a la clasificación y diferenciación de los felinos en base a sus partes comenzó cuando tuvimos el desafío de identificar el material decomisado a los traficantes chinos en 2018 para el juicio en Santa Cruz. Allí comenzamos con la licenciada Kathia Rivero del Museo Noel Kempff Mercado a examinar y comparar los colmillos, pieles, garras y otras partes decomisadas con las catalogadas en la colección científica y las fotos y descripciones encontradas en la bibliografía. También nos ayudaron otros expertos que contactamos por internet. Con el apoyo de Panthera preparamos un breve tríptico preliminar de reconocimiento de partes, pero vimos que se necesitaba mayor esfuerzo para incluir más datos y caracteres, y planeamos una guía más amplia que es la que ahora completamos. No obstante, esto siempre se puede mejorar, y ahora vemos que hacen falta protocolos para identificación genética de partes, descripción de pelos en microscopía y conocer más detalles morfológicos en dientes y huesos.
¿Cuál es el público al que va dirigida la Guía?
La guía fue pensada para que el personal de control de aduanas y aeropuertos, la policía ambiental (Pofoma), los fiscales, los funcionarios del Senasag, de oficinas del medioambiente de nivel nacional, departamental, municipal e indígena, y de áreas protegidas pudieran tener descripciones y fotos para reconocer partes e identificar especies de ‘gatos’ nativos que pudieran haber sido objeto de tráfico. Indudablemente también será útil para biólogos, veterinarios, activistas de conservación y otros interesados en conocer la fauna nativa.
¿Qué es la Guía de identificación de partes de felinos?
Es una recopilación y síntesis actualizada de los datos de tamaño, patrón de pelaje, cráneo, dientes y otros rasgos morfológicos que permiten identificar las diez especies de félidos de Bolivia. También se comparan dientes de los ‘gatos más grandes’ (jaguar, puma, ocelote) con los de otros animales nativos (jukumari, lagarto) con los que podrían confundirse.
¿Cuáles son sus principales aportes de la Guía?
Tener una síntesis en un pequeño librito de los principales caracteres útiles para identificar los félidos nativos y algunas de sus partes.
¿Quienes trabajaron en este valioso material?
Yo centralicé las consultas a expertos, la obtención de fotografías y la redacción del texto, mientras que de Panthera: Valeria Borón, Esteban Payán, Adriana Bursatin, proveyeron datos, los mapas, imágenes complementarias y la revisión técnica. Anai Holzmann se encargó de las gestiones en Bolivia con la Gobernación (GADSC-DIRENA), SABSA y Aduana para la revisión e impresión, y luego en las actividades de difusión y capacitación, junto con el Museo NKM, DIRENA-GADSC y el Centro Ecopedagógico de la Fundación Patiño)
Arropado por la vegetación a la que estudia y defiende
PERFIL
El hombre y la naturaleza
Damián Rumiz nació en Quilmes, Argentina. Es licenciado en Ecología y Doctor en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, y Ph. D. en Vida silvestre de la Universidad de Florida. Tiene experiencia en ecología y conservación de fauna, especialmente en mamíferos. Radicado en Santa Cruz de la Sierra por más de dos décadas, participó en proyectos de cooperación internacional sobre manejo forestal, monitoreo de biodiversidad, manejo de fauna y gestión territorial indígena.
Actualmente es investigador asociado del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado y editor científico en el Centro Ecopedagógico Simón I. Patiño. Se dedica a estudiar la situación del jaguar y otros mamíferos en bosques de Bolivia, a identificar partes de animales objeto del tráfico y a divulgar temas de conservación ambiental. Pueden leer sus publicaciones en
¿Cómo lo hicieron posible?
Con el apoyo de fondos externos conseguidos por Panthera Colombia, del Servicio de Caza y Pesca de los EEUU, la apertura del Museo Noel Kempff para que podamos estudiar su colección científica y la colaboración de investigadores para iniciar estudios morfológicos de dientes.
La Guía es una recopilación y síntesis actualizada de los datos de tamaño, patrón de pelaje, cráneo, dientes y otros rasgos morfológicos que permiten identificar las diez especies de félidos de Bolivia.
¿Cuánto tiempo duró el trabajo desde la concepción de la idea hasta la impresión?
Un poco más de dos años.
¿Es el primer documento de este tipo en Bolivia, en América Latina?
Hay guías de campo de identificación de mamíferos de algunas regiones de Bolivia (Madidi, carnívoros andinos), libros técnicos (de mamíferos del Chaco – Chiquitanía, y el libro de los mamíferos medianos y grandes de Bolivia), que cubren la identificación y ecología de los félidos, pero no de manera sintética y con detalles para reconocer algunas de sus partes. Hay otras guías en Colombia, México y obras parecidas de varios países o regiones para América Latina.
¿Los colmillos y las demás partes que fueron analizados, son los que fueron decomisados a la pareja de chinos que fueron encontrados en Santa Cruz?, ¿o de otros operativos?
Los cráneos y pieles de colectas científicas (y antiguos decomisos por la Prefectura) que están alojadas en el Museo fueron la base para comparar luego las partes decomisadas a los chinos. Ahora, los materiales decomisados de este caso fueron destinados en custodia al Museo, y podrán ser objeto de estudios más finos.
¿En qué sentido la lucha contra la pérdida de biodiversidad es, sin duda alguna, una carrera contra reloj?
Es una carrera porque la tasa de deforestación, degradación de suelos y cuencas, y el cambio climático se potencian para la extinción de la vida silvestre, la biodiversidad en general y sus servicios ecosistémicos de los que nos beneficiamos.
Imagen en negativo (a) y positivo (b) de una billetera con llaves y un bolso con jaladores metálicos y una bateríam en cuyo centro hay 3 dientes de jaguar en color verde. (D. Rumiz, Museo NKM-SABSA)
¿Cómo la Guía ayudará a frenar al tráfico y la matanza de jaguares?
Ayudará a identificar animales o sus partes involucradas en ilícitos, y la difusión de estos casos si llevan a procesos penales concretos pueden reducir estos delitos. Pero para ello es imprescindible la voluntad política de aplicar la ley, educar a la ciudadanía y promover la protección de la naturaleza.
¿Según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia (LRB), en qué situación se encuentran el jaguar?
El jaguar es Vulnerable (junto con el Tilcayo y el gato de Pajonal), pero más preocupante es el gato andino En Peligro Crítico. Otros gatos están Casi Amenazados (gato montés y tigrecillo) o con Preocupación Menor (ocelote, puma y gato yaguarundí).
La gran mentira
La tasa de deforestación, degradación de suelos y cuencas, y el cambio climático se potencian para la extinción de la vida silvestre.
La Guía ayudará a identificar animales o sus partes involucradas en ilícitos, y la difusión de estos casos si llevan a procesos penales concretos pueden reducir estos delitos.
Damián, en los últimos días, desmiente una acusación que recientemente le hicieron en Santa Cruz a los jaguares. Cuéntanos por favor esa trama que le hace daño al patrimonio natural de Bolivia y del mundo.
Recientemente circuló en las redes una foto de restos humanos en un campo arado, e inmediatamente esa se usó como “evidencia” de que un jaguar había comido a una persona en Pailón (Santa Cruz, Bolivia). Resulta que esa foto estaba en internet desde hace años, adjudicada a casos similares inventados en Argentina, Yemen, Rusia y otros tantos países.
Las principales razones —o excusas— de la caza de un jaguar por la gente de campo, es el peligro de que ataque a las personas o a los animales domésticos. La justificación de “nos atacó y tuvimos que matarlo”, es la expresión más frecuente de cazadores o pescadores —armados— que ilesos, o a veces heridos, retornan al pueblo con un jaguar muerto y salen en las noticias. Las ocasiones comprobadas en que un jaguar atacó a una persona sin previa herida o amenaza son muy escasas. Si el jaguar, por comportamiento natural, “cazara” humanos para comer como lo hace el tigre de Asia, habría muchos casos de muertes registradas. La mayoría de los pocos casos conocidos se explican por situaciones de defensa del jaguar. Yo me he encontrado unas tres veces en el monte con un jaguar, evento en que nos miramos, y él se fue. ¿cuántas veces él me habrá visto y yo ni me enteré?…
Otro tema importante que debo decir, es que el jaguar caza una variedad de presas naturales en Bolivia, como chanchos troperos, taitetús, urinas, armadillos, tortugas, lagartos y casi cualquier vertebrado disponible, según la ocasión (aves y serpientes grandes, peces, monos, puercoespines, jochis…). Cuando estos animales disminuyen por la cacería, o los bosques y curichis donde viven desaparecen por la deforestación y drenaje para el agronegocio, el jaguar busca otras presas. La ganadería extensiva le provee nuevas presas, principalmente terneros en la época de parición, pero muchas veces también se le atribuye la desaparición o muerte de animales que se pierden por muchas otras causas. Las enfermedades, abortos, picaduras de víboras, ataques por pumas, y a veces hasta el abigeato, es adjudicado al jaguar (y el jaguar también come carroña, o sea, animales muertos que él no cazó, también lo hacen “culpable”). Por eso, un buen manejo ganadero con una época de montas y pariciones, corrales para madres y terneros, uso de búfalos o toros experimentados en los rebaños, otras prácticas y la mantención de fauna nativa reduce mucho las pérdidas (hay varios manuales sobre buenas prácticas).
(*) Felinos (subfamilia) no es lo mismo que félidos (familia), aunque en lenguaje común se intercambian los términos. El jaguar es un panterino, o sea, pertenece a una subfamilia diferente a la de los felinos que son los otros gatos de América, y todos (junto con los de Asia, África, y fósiles) son félidos.
Saber las diferencias entre los colmillos de jaguar, puma y ocelote permite a las autoridades detectar con mayor rapidez a los traficantes.
Este afiche es muy importante porque enseña a tener una relación amigable con los jaguares.