El diésel se vende a los deforestadores a Bs 3.74 por litro, mientras que el precio internacional supera los Bs 9. Esto conlleva una subvención de Bs 5.26 por litro, lo que significa que los bolivianos financiamos con nuestros impuestos Bs 736 por cada hectárea de bosque desmontada.
A continuación, un punteo de algunos hechos esenciales y explicaciones que son necesarios conocer sobre la deforestación y conversión de ecosistemas no boscosos en Bolivia. Las estimaciones de la deforestación y conversión presentados se basan sobre la nueva plataforma de Mapbiomas para Bolivia que provee los datos más actualizados y fidedignos para Bolivia.
Es hora de que el ciudadano común exija un modelo de desarrollo real y sostenible. Durante las últimas décadas, se han malgastado nuestros recursos, estimulando la demanda interna con tasas de interés artificiales, gastos públicos innecesarios y un endeudamiento desproporcionado. Además, se han fomentado modelos de desarrollo basados en el uso del diésel, el gas y la tierra en lugar de impulsar el intelecto humano. A pesar de ello, no hemos visto cambios sustanciales en nuestros sistemas de salud, educación e infraestructura. Hemos sido víctimas de propagandas engañosas que nos dicen que el modelo de desarrollo extractivista aporta divisas al país, a la seguridad alimentaria y a la generación de empleos, cuando en realidad esto es una gran falacia.
Es hora de que el ciudadano común exija un modelo de desarrollo real y sostenible. Durante las últimas décadas, se han malgastado nuestros recursos, estimulando la demanda interna con tasas de interés artificiales, gastos públicos innecesarios y un endeudamiento desproporcionado. Además, se han fomentado modelos de desarrollo basados en el uso del diésel, el gas y la tierra en lugar de impulsar el intelecto humano. A pesar de ello, no hemos visto cambios sustanciales en nuestros sistemas de salud, educación e infraestructura. Hemos sido víctimas de propagandas engañosas que nos dicen que el modelo de desarrollo extractivista aporta divisas al país, a la seguridad alimentaria y a la generación de empleos, cuando en realidad esto es una gran falacia.
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