El 2 de febrero de 1971 se firmó el Convenio sobre los Humedales en la ciudad iraní de Ramsar, en la Convención internacional que se llevó a cabo ese año. En honor a ese encuentro es que se celebra el Día Internacional de los Humedales, para promover la conservación de la biodiversidad y recordarle al mundo que estos ecosistemas son el hogar de innumerables especies de plantas y animales, como también de poblaciones y pueblos indígenas que se alimentan de los peces que albergan estos humedales.
El país no ha estado a la altura de proteger estos ecosistemas que, muchos de ellos, se encuentran enfermos y atacados constantemente por las actividades humanas.
Entre otro de los objetivos de los sitios RAMSAR, está el de identificar a los humedales del planea, registrarlos, elevarlos a esa categoría y conseguir el compromiso de los Estados para protegerlos.
En todo el mundo existen 2.250 humedales protegidos bajo la convención de sitios RAMSAR. De todos ellos, 11 se encuentran en Bolivia y sumando la extensión de todos los que están en territorio nacional, superan los 14,8 millones de hectáreas (148.000 km2), lo que convierte al país sudamericano en la nación con mayor superficie de humedales de interés internacional.
La lista de humedales bolivianos en la categoría de sitio RAMSAR está compuesta por Los Lípez, Lago Titicaca, Cuenca de Tajzara, Bañados del Isoso y el río Parapetí, Palmar de las Islas y las Salinas de San José, Pantanal boliviano, Laguna Concepción, Lagos Poopó y Uru Uru, Río Blanco, Río Matos y Río Yata.
Bolivia alberga a ecosistemas húmedos cuyo estado de salud afectan al resto del planeta. Es el país con mayor extensión de humedales RAMSAR en el mundo, pero los tiene en terapia intensiva.
El Chanco solitario, es una especie endémica del Chaco y única en el mundo. Foto. Extraída del libro: Kaa Iya del Gran Chaco, Amo del Monte, de Rosa Leny Cuéllar y Daniel Alarcón.
El país no ha estado a la altura de proteger estos ecosistemas que, muchos de ellos, se encuentran enfermos.
Los únicos que se están salvando, son aquellos que están lejos de las manos del hombre y que, por su difícil accesibilidad, los seres humanos no han podido ingresar para hincarles sus dientes.
Los únicos que se están salvando, son aquellos que están lejos de las manos del hombre y que, por la falta de caminos, la gente no ha podido ingresar para hincarles sus dientes.
Marco Octavio Ribera, coordinador Científico de la Fundación Savia y un hombre que lleva más de 40 años estudiando, analizando y buscando formas de proteger a los humedales de Bolivia, confirmó que Bolivia, con una sumatoria de 148.000 Km2, es el país con mayor extensión de sitios RAMSAR en el mundo, pero que también, puede asegurar que poco de los humedales se encuentran en buen estado de salud y bien conservados.
“Algunos se conservan por la lejanía, la difícil accesibilidad a estas zonas que son de alta fragilidad y no porque exista una gestión de protección por parte de las autoridades”, enfatizó.
Entre los peor conservados —reveló Marco Octavio Ribera— están el lago Titicaca cuya cuenca sufre los efectos de la contaminación minera. A esta lista humedales enfermos se suman el lago Poopó y el Pantanal. Este último ha sido profundamente afectado en su dinámica hidrológica por el enorme terraplén que construyeron para unir el Mutún con Puerto Suarez.
Marco Octavio Ribera, en uno de sus viajes por los confines de Bolivia. Foto: Marcelo Arze.
“Otro sitio critico que empeorará ahora con la construcción del puente, son los Bañados de Isoso y río Parapetí. Este humedal, vulnerable y frágil, sufre el avance de avance de la agricultura de los menonitas y su importancia también radica en que enlaza con el río Quimome, que es el principal alimentador de la laguna Concepción, que es de belleza escénica y la más grande de Santa Cruz, que, a su vez, también está rodeada de campos de cultivos. Este sitio recibe también la contaminación de agroquímicos y la extracción de agua para regadíos de campos de soya. Es decir, la están vaciando”, lamentó Marco Octavio Ribera, que remarcó que los Bañados de Isoso y el Parapetí están ligados directamente a la laguna de Concepción y que, ahora con la construcción del puente clandestino, sufrirán una perturbación hidrológica tremenda.
“Puede ser el final de la laguna Concepción”, advirtió.
Roberto Salvatierra, guardaparque del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) Kaa Iyaa Gran Chaco, con los 27 años de experiencia que tiene como protector de los bosques, enfatiza en que los Bañados de Isoso y el Parapetí es uno de los pocos humedales que quedan en las tierras bajas, porque las que había en la zona Este del departamento, ya fueron devorados por la producción soyera.
“Son un regulador del régimen hídrico, todas las aguas que bajan de la serranía y del Parapetí, se juntan en los Bañados de Isoso, que, como una esponja que absorbe el agua y la va soltando de a poco durante el año”.