
El Bosque Escuela Jekuaá Urubó, ubicado en Santa Cruz (Bolivia) y liderado por Carolina Descarpontriez , ha recibido el prestigioso Premio Internacional Colibrí de Liderazgo Sostenible en una emotiva ceremonia celebrada en Perú. Este galardón, que reconoce la labor personal de Descarpontriez y el impacto de su espacio educativo en la lucha contra la deforestación y la crisis ambiental, ha sido recibido con una profunda alegría y un renovado compromiso.
Para Carolina, recibir el reconocimiento internacional es “como ver un sueño florecer en un jardín lejano, donde las semillas de la pasión y el propósito han germinado en un bosque de nuevas posibilidades”. La fundadora del Bosque Escuela subraya que el premio, otorgado de la mano de la ONG Solidarias Perú, no solo valida la profunda labor que realizan en Bolivia, sino que “destaca la importancia de conectar a las nuevas generaciones con la naturaleza de manera práctica y lúdica”.
El modelo educativo ambiental, conocido como Mundo Mágico, ha sido puesto en “tan alto valor” en tierras extranjeras, algo que el equipo de Jekuaá no esperaba. Al vivir esta “experiencia increíble”, el equipo ha regresado a casa mucho más motivado, tras haber conocido a personas muy valiosas que transforman sus comunidades. “Nos motivan a seguir aprendiendo y sembrando el conocimiento divino que nos entrega día a día nuestra naturaleza”, explica Descarpontriez.
El reconocimiento es interpretado como “un abrazo cálido y la validación de que el soñar con cada niño, cada joven y adulto que se conecte con la naturaleza y descubra su poder para crear un mundo más sostenible no es una locura, sino un ejemplo a seguir”.

Un reconocimiento compartido por el equipo
Carolina Descarpontriez hizo hincapié en que este premio no es individual, sino que pertenece a todo el equipo que trabaja incansablemente en el Bosque Escuela, un “equipo increíble que viene trabajando con mucho amor” en este espacio de aprendizaje donde “la naturaleza es nuestra gran maestra”.
El compromiso y entusiasmo de cada miembro del equipo ha sido “la chispa que ha encendido la llama de la conciencia ambiental” que Jekuaá tiene trazada.
La fundadora aprovechó para expresar su gratitud: “Agradezco a Dios, a Solidarias Perú, a cada miembro del equipo por su apoyo incondicional y por creer en nuestra visión de un futuro más sostenible”.
Con el Bosque Escuela Jekuaá Urubó consolidándose como un semillero de liderazgo ambiental en Santa Cruz y más allá, Carolina Descarpontriez concluye con una poderosa declaración de propósito: “Juntos, estamos creando un legado de amor y respeto por la naturaleza que perdurará por generaciones, ahora podemos decir que somos esos ‘locos’ que dice Herman Hess en uno de sus libros, ‘que somos los que abrimos la senda de los cuerdos'”.
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