Santa Cruz, Bolivia – El municipio de Roboré, ubicado en la Chiquitania, departamento de Santa Cruz, se consolida como uno de los puntos más importantes para el arte rupestre en Bolivia. Con una concentración de más de 90 sitios de arte rupestre, esta región alberga una diversidad sorprendente de motivos pertenecientes a diferentes estilos y periodos prehispánicos, llegando incluso a la época colonial.
La Sociedad de Investigación del Arte Rupestre de Bolivia (SIARB), en colaboración con el Gobierno Autónomo Municipal de Roboré y el apoyo de diversas instituciones internacionales como la Fundación Gerda Henkel, Solidar Suisse y la Fundación de Conservación del Bosque Chiquitano, ha liderado desde 2020 un ambicioso proyecto de investigación arqueológica y de conservación en la zona.
El proyecto, que se ha enfrentado a serias amenazas como incendios forestales y actividades humanas incontroladas —incluyendo el vandalismo—, ha logrado importantes avances en la protección de estos valiosos patrimonios culturales. Entre los principales logros de la SIARB se destacan el registro de más de 90 sitios de arte rupestre, la amplia documentación fotográfica, así como el análisis de motivos y estilos representados, que incluyen figuras antropomorfas, zoomorfas, escenas de guerra y otros temas.
Asimismo, se ha logrado una aproximación a la cronología de los sitios, identificando más de 130 casos de superposición de motivos, lo que permite una mejor comprensión de las actividades culturales a lo largo del tiempo. El equipo de investigación ha desarrollado un diagnóstico de conservación y ha implementado un plan de manejo básico para proteger los sitios más vulnerables.
Además de la investigación arqueológica, el proyecto ha incluido la limpieza de graffitis en la Cueva Juan Miserendino y el análisis de pigmentos en las pinturas rupestres. Se ha publicado un libro titulado Arqueología y Arte Rupestre de Roboré: Guía para Visitantes, disponible en español e inglés, y se han llevado a cabo seminarios y talleres de capacitación para actores locales, en un esfuerzo por involucrar a la comunidad en la protección del patrimonio cultural.
Además de la investigación arqueológica, el proyecto ha incluido la limpieza de graffitis en la Cueva Juan Miserendino y el análisis de pigmentos en las pinturas rupestres.
Los resultados de cinco años de trabajo serán presentados en una conferencia en Santa Cruz el 5 de noviembre, con la participación de expertos como el profesor Matthias Strecker y la licenciada Pilar Lima, entre otros.
Además, el proyecto culminará con una exposición temporal que se presentará en el Museo de Altamira, España, a finales de noviembre de 2024, llevando el arte rupestre de Roboré a una audiencia internacional.
Este proyecto ha sido auspiciado por la Embajada de Alemania, el Goethe-Zentrum Instituto Alemán y la Sociedad de Investigación del Arte Rupestre de Bolivia, entre otras entidades.
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