
En 2024, los incendios forestales marcaron un antes y un después para San Matías. Más del 80 % del territorio municipal y cerca del 70 % del Área Natural de Manejo Integrado San Matías fueron afectados por el fuego, dejando comunidades indígenas, estancias ganaderas y ecosistemas clave gravemente impactados. La magnitud del desastre evidenció una realidad conocida, pero postergada. El municipio, el área protegida y las comunidades no contaban con las capacidades necesarias para prevenir, responder y contener incendios de gran escala.
A diferencia de otros territorios del Gran Paisaje Chaco–Pantanal, como Roboré o la Autonomía Indígena Charagua Iyambae, donde la organización comunitaria y la respuesta temprana lograron contener varios focos de calor; en San Matías el fuego avanzó sin control. Mientras Roboré logró contener cerca de 40 incendios en 2024, San Matías enfrentó una emergencia prolongada que expuso profundas brechas logísticas, normativas y operativas dejando un territorio en cenizas.

De la catástrofe a la acción colectiva
Frente a este escenario, Fundación NATIVA, junto a comunidades indígenas, sector privado, instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil, impulsó la construcción de una Estrategia Integral de Prevención, Atención y Respuesta ante Incendios Forestales y Sequía. Se trata de la primera vez que San Matías cuenta con una estrategia de estas características: operativa, territorializada y construida de manera participativa.
La estrategia recoge aprendizajes clave del territorio, especialmente de la experiencia de Charagua Iyambae, donde el liderazgo comunitario impidió que los incendios de 2024 ingresen al ACIE Ñembi Guasu, demostrando que la preparación local y la respuesta temprana son determinantes para proteger territorios.
Respuesta inmediata donde el fuego empieza
La primera fase de la estrategia se enfoca en fortalecer la respuesta inmediata, especialmente en zonas alejadas, donde históricamente los incendios se descontrolan.
El eje central es la descentralización de la primera respuesta mediante la creación de Centros Estratégicos de Auxilio (CEA), concebidos como nodos logísticos y de coordinación. A la fecha, ya se han implementado dos CEAs en zonas críticas:
- Santa Rosa de Bocaina – Rincón del Tigre, al sur del municipio.
- Natividad de Bahía, en la zona norte.
Estos centros cuentan con agua, espacios para resguardar equipos, herramientas e isotanques, y operan con más de 30 bomberos forestales capacitados y equipados, provenientes de las propias comunidades. Paralelamente, se evalúan nuevas comunidades para ampliar la red de CEAs, priorizando criterios mínimos de infraestructura, acceso a agua, combustible y comunicación.

Una estrategia con liderazgo territorial
La estrategia ha sido socializada y coordinada con una amplia red de actores locales y departamentales, incluyendo al Gobierno Autónomo Municipal de San Matías, la Subgobernación de la Provincia Ángel Sandoval, DIRENA, ABT, el ANMI San Matías, el Regimiento de Infantería 14 Florida, la Asociación de Ganaderos de San Matías y la Central Indígena Reivindicativa de la Provincia Ángel Sandoval, alcanzando a 17 comunidades indígenas.
Este proceso marca un cambio sustancial: por primera vez, la prevención y el manejo del fuego dejan de depender únicamente de respuestas tardías y se convierten en una responsabilidad compartida, con roles claros y presencia territorial permanente.
Prepararse para no repetir 2024
Implementar una estrategia de esta naturaleza en un territorio extenso y con accesos complejos requiere recursos, coordinación y compromiso. Sin embargo, lo que hoy ocurre en San Matías demuestra que incluso después de una catástrofe es posible pasar del desastre a la preparación.
El Manejo Integral del Fuego deja de ser un concepto técnico para convertirse en una práctica concreta, donde comunidades, instituciones y sector privado trabajan juntos para proteger la biodiversidad y los medios de vida. En San Matías, el fuego de 2024 no solo dejó pérdidas: también encendió un proceso de transformación que hoy comienza a traducirse en territorio más preparado y resiliente.
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