Raúl Santa Cruz, se encuentra en el ojo del huracán judicial por su intento, a finales de marzo, de evitar el ingreso de maquinaria pesada destinada a la explotación de oro en el área protegida del Madidi, considerada la más biodiversa del planeta. El guardaparque está resistiendo un proceso legal impulsado por operadores mineros que buscan castigarlo por cumplir con sus funciones y proteger la naturaleza, según ha denunciado el Comité Pro Defensa de los Guardaparques de Bolivia.
El 30 de marzo, Santa Cruz trabajaba en el puesto de control Santa Cruz del Valle Ameno en el municipio de Apolo, uno de los principales accesos al Madidi. En ese momento, se percató de que una caravana de vehículos y maquinaria pesada intentaba ingresar a la zona de conservación con destino a la comunidad Virgen de Rosario, con la sospecha de realizar actividades de explotación minera ilegal en las riberas del río Tuichi.
Santa Cruz recordó que, ese día, intentó sin éxito evitar el paso de la caravana y denunció a los medios de comunicación que fue agredido y amenazado por Ramiro Cuevas Echave, conocido —según el Comité Pro Defensa de los Guardaparques de Bolivia— por su actividad minera dentro del Parque Nacional Madidi. A pesar de su esfuerzo, la caravana ingresó, desencadenando una denuncia penal por difamación y calumnias presentada por Cuevas, contra Santa Cruz y el también guardaparque Marcos Uzquiano.
Rodrigo Herrera, abogado defensor de ambos guardaparques, expresó su sorpresa ante la admisión de la denuncia por un Juez de Sentencia de Apolo, alegando falta de coherencia en los hechos presentados. La audiencia de juicio oral está programada para el miércoles 15 de noviembre, y Herrera calificó el proceso como “muy extraño”.
Herrera, dijo que está preocupado por la permisibilidad y la simplicidad que ha asumido el juez por haber admitido una denuncia sin sustento.
Marcos Uzquiano, desde hace años lucha contra las amenazas al medio ambiente.
Herrera también lamentó que Marcos Uzquiano aún no fue notificado con ninguna de las actuaciones del caso. “No sabe qué dice la demanda en su contra. Está en una indefensión total, están vulnerando sus derechos y garantías procesales. A pesar de que Marcos Uzquiano solicitó formalmente información sobre el caso, hasta ahora no fue notificado”, enfatizó Herrera.
El guardaparque Raúl Santa Cruz, comprometido con la protección de las áreas protegidas de Bolivia, recordó que él solo cumplía con el monitoreo y control, y exigía la autorización para el ingreso de esa maquinaria. El guardaparque no escondió su temor de que, si el proceso avanza y sale procedente, se enfrenta a la posibilidad de una sentencia de hasta tres años de cárcel y que esta situación marcaría un precedente nefasto para el país, puesto que se estaría encarcelando a defensores de la naturaleza.
El Comité Pro Defensa destaca la falta de respaldo de las autoridades del Estado a los guardaparques, a pesar de los convenios internacionales que protegen a los defensores ambientales.
A pesar de los desafíos, Raúl Santa Cruz, que en las últimas semanas ha estado combatiendo incendios en el Madidi, afirmó tener la “moral bien fortalecida por haber cumplido con su trabajo al conservar y proteger la biodiversidad más grande y única del mundo”. La campaña del Comité busca sensibilizar sobre su caso y garantizar la justicia que merece.