Mariana Da Silva Loayza – Coordinadora de Combate al Tráfico de Vida Silvestre, Wildlife Conservation Society Bolivia (WCS)
Con cifras en mano, Mariana Da Silva muestra el gran impacto del comercio ilegal de aves que son utilizadas como mascotas. Pero también sabe que los datos se quedan cortos porque “los números tan preocupantes pueden ser muchísimo más altos porque gran parte del tráfico de vida silvestre no se detecta ni se sistematizan”.
Los loros, pericos y guacamayos (psitácidos) están entre las principales víctimas del comercio ilegal para usarlos como mascotas, causando la disminución de sus poblaciones e incluso la extinción de algunas especies, es decir, su desaparición del planeta para siempre.
Cierra los ojos un momento e imagina a las aves de este libro en las selvas, valles o pampas donde pertenecen.
Los datos de Wildlife Conservation Society Bolivia muestran que, a nivel nacional, los psitácidos representan el 46% (537) de los eventos de comercio ilegal de aves reportados por fuentes oficiales desde el 2010, sumando 1.203 individuos incautados, incluyendo la paraba frente roja (Ara rubrogenys) y la paraba barba azul (Ara glaucogularis), ambas críticamente amenazadas de extinción y endémicas de Bolivia. Además, los psitácidos representaron el 92% (242) de las aves comercializadas ilegalmente desde el 2010 en plataformas virtuales, sumando 379 individuos destinados el mercado negro de mascotas.
Estos números tan preocupantes pueden ser muchísimo más altos porque gran parte del tráfico de vida silvestre no se detecta ni se sistematiza. La gran mayoría de los millones de aves capturadas y extraídas de la naturaleza, no logra ser rescatada ni sobrevive hasta su destino final en alguna casa humana, por las terribles condiciones en las que son almacenadas y transportadas. Incluso las pocas aves que son rescatadas, como las fotografiadas en este libro, generalmente tampoco vuelven a la naturaleza y pasan el resto de su vida en cautiverio.
Aparte de amenazar la existencia y bienestar de la fauna silvestre, el comercio ilegal es un problema de todos porque aumenta la probabilidad de contagio de enfermedades zoonóticas que arriesgan la salud humana y nos exponen a redes de crimen organizado, comprometiendo nuestra seguridad, además de debilitar el estado de derecho en nuestros países.
¡Pero hay esperanza! Se está combatiendo el comercio ilegal de aves y otra vida silvestre desde muchos sectores: conservacionistas, pueblos indígenas, gobiernos, Policía, Fiscalía, aduanas, periodistas, artistas y la sociedad civil en general. Ahora es mucho más difícil que los criminales comercialicen estos animales con impunidad y cada vez más gente rechaza el comercio ilegal de fauna silvestre. Únete a este cambio. Denuncia la venta y compra de animales silvestres, cuenta el peligro que enfrentan estas aves a la gente que conoces, y apoya los esfuerzos de conservación en áreas protegidas y Territorios Indígenas. ¿Qué más se te ocurre que podrías hacer para ayudar a combatir el comercio ilegal? Compártelo con #YoCombatoElTráficoDeFauna
Cierra los ojos un momento e imagina a las aves de este libro en las selvas, valles o pampas donde pertenecen. Canalicemos la fascinación por estos seres maravillosos, en actividades que nos permitan verlas en su máximo esplendor: volando libres junto a sus parejas o sus grupos familiares, en vez de condenarlas a una vida de encierro y soledad. No podemos permitirnos un mundo sin estos animales, las decisiones y acciones que tomemos hoy van a determinar su futuro y nuestra propia supervivencia y la de la gente que amamos.