Las redes sociales se han convertido en una realidad paralela en nuestra sociedad, basta hacer una búsqueda rápida de la frase: “El like en redes sociales” en un buscador cualquiera, para observar diversos estudios sobre ello. En el medio digital La Vanguardia, mencionan que “El ‘like’… otorga a quien lo recibe el don de la popularidad y el liderazgo…y determinan el grado de éxito social…”. Este hecho ha generado que muchas personas viertan opiniones alejadas de la realidad, y contraproducentes para el bienestar humano, solo por estar vigentes en sus redes sociales (RRSS). Actualmente las RRSS son el crisol donde personas sin ninguna o poca experiencia, pero que buscan fama rápida, se conviertan en referentes de un tema cualquiera, un ejemplo muy conocido fue la discusión que hubo entre médicos vs. promotores del dióxido de cloro. Donde muchas personas consideraban que el post con mas Likes era el más creíble de todos, sin importar la fuente o la falta de estudios científicos necesarios.
Debido a esta situación, analizo brevemente a un grupo de páginas que se dedican a generar información medioambiental para difusión masiva, y de cómo estos contenidos indirectamente (o a propósito) pueden tener repercusiones en el manejo del medioambiente por parte de los políticos y tomadores de decisiones, ya que su falta de conocimiento en la ciencia los hace susceptibles de caer en situaciones adversas para todos en general. Muchas de estas páginas mencionadas anteriormente son de grupos de activistas, profesionales, instituciones, páginas personales, estudiantes, grupos de investigación y/o de opinión.
Los boletines de instituciones y otras publicaciones efímeras, no pueden considerarse como publicaciones primarias” porque no pasan un proceso de revisión y aprobación por un grupo de expertos en el tema.
Como es de conocimiento público, en las redes sociales la métrica de éxito/fracaso de una actividad se mide en “view/vistas, Like/Me gusta, share/compartido”. Este hecho no pasó desapercibido por los políticos que buscaban cómo llegar a más personas con sus propuestas, denuncias, actividades, o en búsqueda de personas claves para sus fines. En este sentido, los post que generaron grupos/personas ambientalistas en RRSS se convirtieron en una suerte de Curriculum Vitae y vitrina, ya que podían opinar “profesionalmente” acerca de distintos temas científicos (medicina, ecología, virología, vacunas, medioambiente, Epidemiologia, biodiversidad, estadística, etc.), obviando el hecho de que la opinión técnica de un profesional es el producto de un proceso de aprendizaje en la temática en cuestión y no así una aseveración hecha a partir de una revisión bibliográfica rápida de algunas páginas de internet. Un aspecto positivo fue que a raíz del surgimiento de estos nuevos “gurús” de la ciencia, también se generó una oleada de profesionales serios, que explicaron en lenguaje sencillo, el proceso de la ciencia formal, y se hizo hincapié en que no toda la información publicada en redes sociales es verdadera (y en muchos cosas, es todo lo contrario), ya que en el mundo académico los resultados de investigaciones serias son publicados en primer lugar en revistas científicas, las cuales siguen un riguroso proceso de evaluación, para luego ser difundidas en distintos medios.
Para dar mayor claridad, debemos recordar a Day (1996) quien define un artículo científico “Como el informe escrito y publicado que describe resultados originales de investigación… así los boletines de instituciones y otras publicaciones efímeras, no pueden considerarse como publicaciones primarias” porque no pasan un proceso de revisión y aprobación por un grupo de expertos en el tema. Es así que un post, opinión o una revisión bibliográfica extensa publicada en redes sociales, no equivalen a una publicación científica como tal, y debe tomarse como tal, es decir una opinión. Por otra parte, replicar o apropiarse de información en un post sin citar la fuente original se considera plagio.
¿Pero, qué impacto pueden tener estas situaciones en el manejo de nuestros recursos naturales, áreas protegidas y biodiversidad? La respuesta es amplia, y tiene que ver con la dinámica social de la nueva normalidad y las redes sociales. El impacto más notable, es la elección de personal para las distintas instituciones basado en los “Likes” como curriculum vitae, dejando de lado la búsqueda idónea de personal profesional capacitado, específicamente en dichas tareas. No es novedad que cuando un neo-político (o incluso políticos con una trayectoria reconocida) quiere controlar un área, comienza a hacer campaña en RRSS o eventos. Dando la impresión de que sabe del tema, de que se preocupa o tiene interés en el tema en cuestión. De manera tal que es visto por la gente como un “salvador” del medio ambiente, y por otros políticos como una persona estratégica para sus fines.
El impacto más notable, es la elección de personal para las distintas instituciones basado en los “Likes” como curriculum vitae, dejando de lado la búsqueda idónea de personal profesional capacitado, específicamente en dichas tareas.
Desde mi formación académica, puedo expresar que si bien el manejo de la biodiversidad es de tuición de muchos tipos de profesionales, entre los cuales podemos destacar a los biólogos, no todos están capacitados en manejar todos y cada uno de sus componentes como pretenden algunos. Muchos profesionales que conocen profundamente de sus temas no publican sus trabajos o su experiencia profesional en redes sociales como ser Facebook o TikTok, la mayoría da a conocer sus trabajos en redes sociales como ser ResearchGate, Linkedin o Academia.edu, donde están disponibles todas las investigaciones donde participaron. Sin embargo, los políticos desconocen estas situaciones o se hacen de la vista gorda con este tema. Esto se ve reflejado en la elección de los ministros de Medioambiente que ha tenido el país, donde a pesar de haber sido profesionales del medioambiente, la falta de experiencia hizo que los problemas ambientales como: la de pérdida de biodiversidad, deforestación, avasallamiento de áreas protegidas, incendios forestales se incrementen en los últimos años, y al momento no tienen miras a disminuir, ni siquiera con un Vicepresidente del país que adora a la Pachamama (Madre Tierra). Pero los Likes continúan dando la aprobación que ellos necesitan.
Ahora bien, ¿estamos entrando en la misma lógica a nivel Municipal en Santa Cruz de la Sierra? Al parecer sí. Como escribí líneas arriba, los políticos de turno, ahora concejales, están dejándose llevar por el impacto de las redes sociales y sus Likes, obviando que las instituciones relacionadas a Medioambiente deben ser manejadas por personas idóneas, sean agrónomos, forestales, ambientales biólogos, veterinarios etc. Las distintas entidades como el Jardín Botánico, Zoológico, Áreas Protegidas Municipales etc. deben ser manejadas por personas alejadas de la política partidaria, y que sean profesionales idóneos y con EXPERIENCIA PROBADA en sus áreas respectivas, y no así en base al movimiento de sus redes sociales y su activismo ambiental. En temáticas ambientales, así como en la medicina, existen diversas especialidades que no pueden ser obviadas. En mi caso, por ejemplo, evito realizar trabajos de fauna, ya que mi especialidad está ligada con la botánica, y no me vería como director de un Zoológico, puesto que hay personas con mayor trayectoria y capacidad para ese tipo de manejo institucional, y eso es algo que los políticos, concejales y directores de las distintas secretarias, deben entender, por una cuestión de ética (aunque quede poca) deben buscar profesionales idóneos tanto en su formación académica como en su experiencia laboral, y no así a gente del partido que puso recursos económicos para la campaña, que hizo publicidad en redes sociales, gente que opinan “profesionalmente” en sus páginas y tienen muchos seguidores y LIKEs, personajes que son todólogos profesionales o que son parientes de alguno de MÁS arriba. El tiempo es el mejor juez para los políticos de turno y les dará la razón o no de su elección de personal, más aún en temas tan críticos como lo es el manejo del medio ambiente. Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Nómadas.
Sobre el autor
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Juan Carlos Catari
Es Biólogo, graduado de la UAGRM, con Maestría en Biodiversidad de Áreas Tropicales (Ecuador-España). Actualmente es docente invitado de la Carrera de Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM). Fue investigador asociado al Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado por más de 12 años.