Desde hace varios años, un equipo de investigadores de la Sociedad de investigación del Arte Rupestre de Bolivia (SIARB), ha explorado y documentado el valioso arte rupestre en la región de Roboré, en la Chiquitania boliviana. Este proyecto, del que forman parte, Matthias Strecker, especialista en arte rupestre y coordinador del proyecto, quien, junto con el conservador Freddy Taboada y la arqueóloga Pilar Lima, ha dedicado años de trabajo a revelar los misterios de más de 90 sitios de arte prehistórico. A ellos se suman Anke Drawert, Anne Mie Van Dyck y otros colaboradores, encargados del registro y la documentación fotográfica, quienes han permitido visibilizar este patrimonio con rigor y detalle.
La labor del equipo ha dado frutos extraordinarios: descubrimientos que incluyen escenas de guerra prehispánica, representaciones familiares y de animales, además de motivos geométricos y grabados que podrían tener hasta 5.000 años de antigüedad. Cada hallazgo aporta una nueva perspectiva sobre las antiguas culturas que habitaron la Chiquitania y revela la riqueza de sus expresiones artísticas. Sin embargo, este valioso legado enfrenta graves amenazas, desde la degradación natural hasta el impacto del vandalismo y los incendios forestales que asolan la región.
En esta entrevista, Strecker, Taboada y Lima comparten los retos y aprendizajes de esta misión, abordando las estrategias de conservación empleadas y el papel fundamental de la comunidad local en la protección de los sitios. La visión del equipo se proyecta a futuro, con la esperanza de establecer un marco cronológico sólido para las culturas originarias de Roboré y de abrir nuevos caminos para la investigación y el turismo sostenible, que permita a Bolivia y al mundo admirar y respetar el legado ancestral de la Chiquitania.
– ¿Cuál ha sido el descubrimiento más sorprendente entre los más de 90 sitios de arte rupestre identificados en Roboré durante estos cinco años de investigación?
– Lo sorprende fue la gran diversidad de arte rupestre respecto a temas antes poco conocidos, por ejemplo: escenas de guerra prehispánica entre los grupos vecinos, escenas familiares (madre-hombre-niño), diversidad de representaciones de animales, una cantidad de representaciones de árboles y otras plantas.
“Analizamos más de 130 de elementos superpuestos y constatamos que en muchos casos los motivos de la Tradición Geométrica están debajo de figuras naturalistas”.
– ¿Cómo han logrado datar las diferentes capas de motivos superpuestos en los sitios arqueológicos y qué información nueva nos aporta sobre las culturas que habitaron la región de Roboré y otros en la Chiquitania?
– Analizamos más de 130 de elementos superpuestos y constatamos que en muchos casos los motivos de la Tradición Geométrica están debajo de figuras naturalistas.
Además, analizamos las superposiciones existentes en varios sitios registrando varias – hasta seis – fases pictóricas. Esto significa un largo desarrollo. También tomamos en cuenta los grabados abstractos profundamente incisos que muestran parecido a otros encontrados en Bolivia, el norte de Chile y Paraguay, a los que los arqueólogos atribuyen una posible antigüedad de 5.000 años.
Los datos arqueológicos permitieron identificar dos tipos de sitios prehispánicos: aleros de arte rupestre asociados a ocupaciones temporales, donde probablemente se desarrollaban actividades vinculadas a la caza y recolección, y sitios de ocupación permanente, con presencia de cerámica y actividad doméstica. Estos últimos parecen haber sido reocupados por poblaciones más tardías y contemporáneas, ya que sus restos fueron localizados en asociación a poblados y comunidades actuales. Cronológicamente, los fechados realizados en uno de los aleros dieron como resultado una ocupación comprendida entre 600 – 1400 d.C., denotando un largo periodo de uso de ese espacio. Estamos a la espera de los resultados de fechados provenientes de otros cuatro aleros, que nos permitirán comparar las fechas y establecer un marco cronológico inicial para las ocupaciones de la región.
– ¿Qué desafíos específicos enfrentaron en cuanto a la conservación de los sitios debido a incendios forestales y actividades humanas, como el vandalismo, y cómo han abordado estos problemas?
– El arte rupestre regional se encuentra sumamente afectado por la acción del intemperismo (humedad, sales solubles, sequedad, insolaciones etc.), la biodegradación de plantas y animales y la acción antrópica en forma de vandalismo y los incendios forestales incontrolados. Al momento venimos realizando estudios extensivos en 14 estaciones de arte rupestre, tomados como sitios piloto o diagnósticos. Nos encontramos en pleno estudio del soporte y los pigmentos con procedimientos macro y microquímicos que lamentablemente evidencian drásticos procesos de degradación.
– ¿Qué criterios utilizaron para seleccionar las pinturas rupestres que se expondrán en el Museo de Altamira, España, y cómo se planea mostrar la riqueza cultural de Roboré al público internacional?
– Esta exposición dará una introducción a la Chiquitania, en particular el Municipio Roboré, el Bosque chiquitano, su arqueología y arte rupestre, con breves textos e imágenes que tratan: geografía y medio ambiente; hallazgos arqueológicos e historia colonial; pinturas y grabados rupestres; diversos motivos; hombres, mujeres y niños en las pinturas; hombres, armas y guerra; escenas de caza; conservación del arte rupestre; campañas educativas y capacitación sobre el patrimonio arqueológico y de arte rupestre.
Como puede observarse, los criterios seguidos para la exposición en Altamira están basados en los resultados de nuestro proyecto y en la participación local e institucional de Roboré.
“Los datos arqueológicos permitieron identificar dos tipos de sitios prehispánicos: aleros de arte rupestre asociados a ocupaciones temporales… y sitios de ocupación permanente, con presencia de cerámica y actividad doméstica”.
– ¿Cómo ha sido la colaboración con las comunidades locales y qué papel juegan en la protección y preservación de este patrimonio cultural?
– La participación de las comunidades locales y del municipio es vital para la protección y preservación de su patrimonio cultural. Desde su declaratoria como “Capital de arte rupestre de Bolivia”, el Municipio de Roboré se ha comprometido con la preservación de los sitios y está en facultad de lograr un aprovechamiento sostenible de los mismos, principalmente a través del turismo. La SIARB está aportando con un soporte técnico a ese proceso, establecido antes en nuestro proyecto, a través de la generación de un Plan de Manejo de los sitios de arte rupestre y de la participación activa de las comunidades que están vinculadas a esa oferta turística. En esa perspectiva se organizan periódicamente talleres de socialización de información, además de haberse publicado una Guía para Visitantes en castellano e inglés. Este proceso que inicialmente fue desarrollado en el proyecto, pretende ser fortalecido a futuro.
– ¿Podrían profundizar en el proceso de limpieza y restauración de los grafitis en la cueva Juan Miserendino? ¿Qué técnicas emplearon y qué impacto tuvieron en la preservación de las pinturas originales?
– En la Cueva Juan Miserendino, uno de los sitios más visitados y emblemáticos de la región, registramos alrededor de 127 grafitis (inscripciones vandálicas) que anulaban el carácter documental del sitio, por lo que se decidió realizar la limpieza de los mismos. En la limpieza de los grafitis que es un proceso técnico especializado, se utilizan procedimientos no invasivos a la estructura de la roca y del arte rupestre, con la finalidad de la remoción de las manchas e inscripciones vandálicas. En la mayoría de los casos se utilizaron procedimientos abrasivos suaves en seco, desde el cepillado con brochas suaves hasta el uso de aire comprimido con partículas de aluminio.
“La participación de las comunidades locales y del municipio es vital para la protección y preservación de su patrimonio cultural”.
– Después de estos cinco años de trabajo, ¿cuáles son los planes futuros para la investigación y conservación del arte rupestre en Roboré y cómo esperan seguir enfrentando las amenazas medioambientales y humanas?
– La fase actual del proyecto continuará hasta mediados de 2025, con el análisis de los datos, cursillos de capacitación de actores locales, etc. Esperamos continuar el proyecto por varios años más. Quisiéramos profundizar el análisis del arte rupestre ampliando nuestros registros. Suponemos que existen mucho más de 100 sitios. El gran desafío es la administración de algunos sitios y su aprovechamiento racional para el turismo sostenible de parte de la Alcaldía y de los comunarios. Esperamos poder establecer un marco cronológico inicial de las culturas originarias en el Municipio de Roboré en base a excavaciones y dataciones directas de algunas pinturas rupestres. Finalmente, nos gustaría publicar un nuevo libro mucho más detallado sobre arqueología y arte rupestre de Roboré.
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