Autor: Homero Carvalho Oliva
Editorial: La Hoguera
Puedes adquirir el libro en: La Hoguera
Desde 1975, año en el que se publicó la antología Poetas Cruceños, de Orestes Harnés Ardaya, en Santa Cruz no se editaba una obra que seleccione a poetas cruceños desde el nacimiento mismo de la República. Es probable que esta no sea una antología en el sentido estrictamente académico del término, sino una selección de autores, cuyos poemas tiene que ver con Santa Cruz, su historia, su gente, sus sueños y su cultura. Los poemas seleccionados, algunos publicados y otros inéditos, buscan que conozcamos y amemos un poco más a esta ciudad, a su gente y a la región.
Los autores han sido ordenados cronológicamente para que los lectores puedan apreciar el desarrollo literario que se fue dando en la ciudad. Es una edición en homenaje al Bicentenario de la Gesta Libertaria cruceña del 24 de septiembre de 1910, auspiciada por la fundación cultural Itos, El gobierno Municipal Autónomo de Santa Cruz de la Sierra y la Editorial La Hoguera; entidades que apuestan por la poesía, por que saben que está llena de esas palabras que nos recuerdan algo pero que nunca sabremos qué es, por que esta solo sucede a veces, cuando Dios y el Diablo se descuidan.
ESTRACTO DEL LIBRO
La literatura boliviana es tan rica como la de cualquier lugar del mundo. Sin embargo, así como nos falta hacernos conocer fuera de nuestras fronteras también nos falta conocernos entre nosotros. Hemos vivido, hasta algunas décadas atrás, una historia de olvidos, como bien lo ha señalado en reiteradas oportunidades el historiador y novelista Alcides Parejas, en la que los escritores del Oriente boliviano, en general, y en Santa Cruz, en particular, no eran conocidos ni reconocidos en el país oficial, el de las postales altiplánicas y palacios quemados y mucho menos eran incluidos en los textos escolares ni en las investigaciones bibliográficas que se publicaban sobre los autores bolivianos y sus obras.
Algunos datos de este crónico olvido los hemos señalado en el prólogo a Lo nuestro, Antología de poesía, un dramático inventario del olvido. El poeta, novelista e historiador Ruber Carvalho Urey hace notar de manera extraordinaria muchas de estas omisiones en su Manual de Historia de Bolivia, una visión desde la llanura; libro en el que repasa la indiferencia y el marginamiento en el que vivieron estos territorios desde la Colonia, pasando por la República, hasta llegar a nuestros días.
El país está cambiando, la historia parece interpelarnos, vivimos tiempos de supuesta inclusión, sin embargo, para que nos tomen en cuenta es necesario luchar, hacer notar que existimos y que también somos Bolivia: un ejemplo patético del olvido se dio con el tema de “las novelas claves de la literatura boliviana”, donde fuimos nuevamente excluidos de la lista oficial. En esa ocasión reclamé mediante una carta a las autoridades pertinentes y logré generar todo un movimiento intelectual para que el Ministerio de Culturas ampliara el debate, la discusión dio como resultado la justa incorporación de autores orientales en el inventario final.
En el Manual de Historia de Bolivia, una visión desde la llanura, Ruber cita a Tristán Marof, un intelectual de izquierda que en 1936 afirmaba que “Bolivia es el altiplano” y reprochaba que “no obstante, su debilidad como nación, Bolivia se dio el lujo de llamar colonias a las vastas regiones del noroeste y del sudeste…Santa Cruz, Tarija y el Beni”.
Éramos la colonia de la sede de gobierno. Parece que todavía lo somos, tenemos que dejar de ser el altiplano, para que podamos ser nación con todo lo que eso significa institucionalmente hablando, una sola nación en la que su diversidad cultural sea su fortaleza y no su debilidad como lo es hasta hoy. No basta decir que ya somos “Estado plurinacional” si desde la sede de gobierno nos siguen marginando.