
Hay lugares donde la naturaleza todavía respira casi intacta. Donde las nacientes de agua alimentan la vida de comunidades enteras, los bosques tejen corredores para que la fauna pueda desplazarse, y la presencia silenciosa del jaguar nos recuerda el valor de conservar lo que aún tenemos.
Conscientes de ese valor, el Gobierno Autónomo Municipal de El Carmen Rivero Torrez dio un paso histórico al promulgar la Ley Autonómica Municipal de creación del Área Protegida Municipal “Monte Carmelo”, con una extensión de 87.173 hectáreas. Esta decisión responde a la necesidad urgente de proteger zonas de recarga hídrica, corredores biológicos clave y especies emblemáticas como el jaguar (Panthera onca).
Ubicado en un punto estratégico del paisaje Pantanal-Chaco (PACHA), en el municipio de El Carmen Rivero Tórrez, se encuentra en la convergencia de tres ecosistemas de gran relevancia ecológica: El Pantanal, el humedal más grande del mundo, el Gran Chaco, el bosque seco más extenso del planeta y el Bosque Seco Chiquitano. El Carmen constituye la bisagra de una red de áreas protegidas de alto valor ambiental como San Matías, el Valle de Tucabaca, Kaa-Iya y Otuquis, así como con otras áreas protegidas de Brasil y Paraguay, configurando un corredor natural de escala continental.

Monte Carmelo nace con tres grandes objetivos de conservación:
Proteger las zonas de recarga hídrica y nacientes de agua que abastecen a las comunidades locales.
Conservar los bosques estratégicos para la conectividad hídrica y biológica, esenciales para la biodiversidad.
Asegurar la permanencia del jaguar, especie clave para la salud de los ecosistemas del paisaje PACHA.
El establecimiento de esta área protegida fortalece la conectividad ecológica entre Bolivia, Brasil y Paraguay, articulando 28 áreas protegidas y territorios indígenas que en conjunto suman más de 12 millones de hectáreas de conservación continua: la mayor extensión protegida del continente en esta región. Este esfuerzo se alinea con la estrategia trinacional del Pantanal 2022–2030, que prioriza la gestión integrada de áreas protegidas para fortalecer los corredores del jaguar a nivel nacional, departamental, municipal y comunitario.
El proceso de creación del Área Protegida Municipal Monte Carmelo fue resultado de un trabajo técnico y participativo de varios años. En el marco del Plan de Acción Ecorregional Pantanal, con el apoyo financiero de WWF Países Bajos, WWF Bolivia estableció una alianza institucional con el Gobierno Municipal de El Carmen Rivero Torrez. Junto a la Sociedad Boliviana de Derecho Ambiental (SBDA), se realizó un estudio para identificar y clasificar los recursos hídricos estratégicos del municipio, que resaltó el área de Monte Carmelo como fundamental para el abastecimiento de agua. Este diagnóstico sirvió de base para construir el marco legal que hoy respalda la protección de este valioso territorio.
“Monte Carmelo es un área con características esenciales para la infiltración del agua y para la recarga de los acuíferos. El área protegida conserva los recursos hídricos para su población, mientras estamos conectando ecosistemas para otras especies.” Comenta Victor Hugo Magallanes, responsable del proyecto Pantanal en WWF-Bolivia.
En paralelo, la iniciativa Wildlife Connect, activa desde 2022, identificó a Monte Carmelo como un punto clave para la conectividad del jaguar dentro del paisaje PACHA, que abarca territorios de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay. En 2023, un estudio de fototrampeo liderado por SBDA confirmó la presencia de jaguares en la zona, reforzando su valor como corredor ecológico. Los resultados de esta investigación se plasmaron en la publicación Miradas Ocultas (2025), que revela la riqueza biológica de la región.

Al respecto Rafael Antelo, líder de la Iniciativa Wildlife Connect de WWF menciona: “Esta área protegida es un lugar muy importante porque cierra un vacío entre áreas protegidas que se extienden desde Brasil al norte, hasta Paraguay, en el sur. Es parte de un trabajo que venimos realizando hace años con especialistas en conectividad del jaguar y que culmina pasando de la ciencia que se trabajó con los expertos a las acciones claves en el territorio con la declaración de un área protegida”.
Ambas iniciativas unieron fuerzas para apoyar al Gobierno Autónomo Municipal de El Carmen Rivero Tórrez en el proceso de creación de un área protegida más relevante, integrando los objetivos de conservación de recursos hídricos y de conectividad. El consentimiento libre, previo e informado fue un pilar fundamental en este proceso. Las comunidades de Ocho Hermanos, Carmen Viejo y Carmen Uno otorgaron su consentimiento, expresando de manera voluntaria su decisión de integrarse al esfuerzo de conservación mediante la incorporación de sus territorios dentro de los límites del Área Protegida Municipal Monte Carmelo. Este hecho reafirma que la conservación es más efectiva cuando se construye desde y con las comunidades, y destaca la importancia de seguir fortaleciendo los procesos participativos en la gobernanza local.
Destacamos el liderazgo comprometido de las autoridades locales, especialmente de la alcaldesa de El Carmen Rivero Tórrez, Celvy Orellana, Rosangela Méndez, presidenta del Concejo Municipal, y Estefano Justiniano, director de la Unidad de Medio Ambiente y Gestión de Riesgos. Su visión y firmeza hicieron posible esta importante conquista para la conservación y el desarrollo sostenible del municipio.
“Esta tierra no solo produce, también preserva. De esa preservación nace nuestro sustento, nuestra identidad y una visión clara hacia el futuro. Esta decisión es un legado para las próximas generaciones, para que nuestros hijos crezcan con este beneficio. Agradezco profundamente al Concejo Municipal y a las comunidades, protagonistas de este sueño, quienes dijeron sí, queremos un área protegida.” Menciono Celvy Orellana, alcaldesa de El Carmen Rivero Tórrez.
Monte Carmelo simboliza un puente vivo entre el agua que sostiene a su gente y los bosques que dan refugio a la vida silvestre. Un paso valiente que llena un vacío en la red de conservación del Paisaje PACHA y siembra esperanza para que las futuras generaciones hereden un territorio en equilibrio, donde la vida siga fluyendo conectada.
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