El aire de la noche en Tarija traía un murmullo contenido, casi una plegaria hecha de voces bajas y esperanza. El pasado 10 de diciembre, y en una sala de La Casona de Obrajes de Tarija, se reunieron defensores del bosque, líderes ambientales, representantes de organizaciones internacionales dispuestos a ser parte de un estreno ansiosamente esperado. Allí se presentaba TATA GUASU: Entre bosques y llamas en el Gran Paisaje Chaco-Pantanal. El documental emergió como algo más que una pieza audiovisual: era la voz del monte rugiendo, de los árboles abrazando la tierra, de un jaguar que acecha tras el follaje y se niega a ceder su hogar a las llamas.
Tata Guasu, que en guaraní significa “fuego grande”, es el corazón del título de la historia que revelaba la tensión entre el esplendor del monte y la amenaza de los incendios forestales que oscurece su futuro, conjugando las voces de sus protectores con las voces de la selva.
Desde los primeros fotogramas, las imágenes se sucedían con la fuerza y el empuje de un río de selva: fuego y ceniza, corrientes de humo y manos que sostienen mangueras con coraje. A su alrededor, representantes de la Plataforma Piensa Verde, la Unión Europea, la Embajada de Suecia y el conjunto de instituciones del Team Europe contemplaban las secuencias, como si las llamas y el viento ardieran también en sus pupilas. Ellos, reunidos en Tarija, buscaban rutas que condujeran a la conservación, conscientes de que el Gran Paisaje Chaco-Pantanal, ese inmenso territorio de más de 12 millones de hectáreas en el departamento boliviano de Santa Cruz, es un santuario vivo que aún se está a tiempo de proteger.
Este documental, producido por Fundación NATIVA y Revista Nómadas, es una llamada a la acción para la conservación y la prevención de futuros incendios forestales. A través de su relato, TATA GUASU: Entre bosques y llamas en el Gran Paisaje Chaco-Pantanal, invita a un viaje de esperanza, desafío y determinación. En el corazón de Bolivia, este vasto territorio alberga una fauna majestuosa, incluido el icónico jaguar. Sin embargo, la amenaza del fuego acecha. Los incendios forestales consumen el verdor y el susurro del monte, obligando a bomberos, guardaparques y voluntarios a enfrentar las llamas sin descanso.
La cinta, apoyada por fondos Piensa Verde, ASDI UE y múltiples instituciones socias como World Land Trust, IUCN-NL, NCI, Dob ecology y PEW, eleva la voz de guardianes cuyo amor por la naturaleza los impulsa a actuar con valentía. Mientras las llamas avanzan y las ciudades cercanas se estremecen en la oscuridad, la conciencia despierta. Entre el humo y los rescoldos, estos defensores del territorio revelan un espíritu de resistencia y un poderoso vínculo con el jaguar, símbolo de la resiliencia en medio del caos.
El documental es parte del proyecto de NATIVA y Revista Nómadas, titulado Protegiendo el Gran Paisaje Chaco-Pantanal de los incendios y la deforestación, para que el jaguar no se quede sin hogar, ganador del concurso Piensa Verde Bolivia 2023.
Con la llegada de las lluvias, la batalla parece ganada, pero el futuro sigue siendo incierto. ¿Qué nos deparará el próximo año? ¿Cómo podemos proteger este frágil paraíso que pende de un hilo verde, luminoso, pero amenazado?
Al terminar la proyección, la sala quedó en un silencio inmenso que fue roto con el estruendo armonioso de un coro de aplausos, tibios primero, encendidos después, como si cada palma contra palma fuese una promesa de no olvidar. Al salir a las calles de Tarija, el público llevaba consigo esa reflexión ardiente, esa urgencia de unión y compromiso.
Y cuando enero del 2025 abra sus puertas, TATA GUASU:Entre bosques y llamas en el Gran Paisaje Chaco Pantanal, saldrá del ámbito íntimo de su premier para compartir con el público nacional e internacional su historia de llamas y esperanza, difundiendo un puente entre los humanos y el jaguar, entre el humo y la savia, entre la crisis ambiental y la acción.
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