Limber Torrico ajusta su sombrero. Sus manos, curtidas por el trabajo, sostienen con delicadeza un plantín de kewiña. Esas mismas manos han preparado la tierra, sembrado vida y cuidado de los brinzales que se convertirán en los bosques nativos del futuro. Desde el Vivero Comunitario 13 de Agosto, en el Distrito 3 de Tiquipaya (Cochabamba), Limber comparte con orgullo su experiencia: “He aprendido a manejar el vivero, a reforestar y monitorear las plantaciones nativas. Esto no es solo por nosotros; lo hacemos por el futuro de nuestros hijos”.
Pero Limber no está solo. La restauración de los bosques nativos es un esfuerzo compartido que une a comunidades enteras, organizaciones sociales, técnicos y autoridades en una campaña que, para el periodo 2024-2025, se ha propuesto alcanzar un objetivo trascendental: un millón de plantines nativos reforestados en la ladera sur del Parque Nacional Tunari.
LAS LLUVIAS: ALIADAS DE LA REFORESTACIÓN
Con la llegada de las primeras lluvias en noviembre, las tierras secas del Tunari se llenan de esperanza. Este ciclo natural no solo alivia la sed de la tierra, sino que también marca el inicio de la temporada de reforestación, liderada por las comunidades de la ladera sur del Parque y la Asociación Civil Armonía desde 2020. La meta: devolver al Parque su biodiversidad con especies nativas como la kewiña (Polylepis subtusalbida), kiswara (Buddleja coriácea), aliso (Alnus acuminata), lloke (Kageneckia lanceolata), molle (Schinus areira) y jarka (Parasenegalia visco).
“La reforestación está directamente ligada a la llegada de las lluvias, que no solo garantizan la humedad necesaria para la supervivencia de los plantines, sino que además ablandan el suelo, facilitando la excavación de los hoyos para su correcta plantación. Además, contribuyen a mitigar mazamorras y deslizamientos, recurrentes en esta época del año” explica Omar Oporto, coordinador del proyecto Tunari de Armonía.
Desde la comunidad de San Miguel, donde la campaña comenzó con la siembra de 20 mil plantines, hasta las otras 14 comunidades participantes, el plan es plantar 220 mil ejemplares antes de febrero de 2025. Este esfuerzo involucra a seis municipios del departamento de Cochabamba: Cochabamba, Sacaba, Quillacollo, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe.
UN ECOSISTEMA EN PELIGRO
El Parque Nacional Tunari alberga 209 especies de aves, un 84% de las registradas en la región. Entre ellas, la monterita cochabambina (Poospiza garleppi), un ave endémica que enfrenta la amenaza de perder su hábitat. Los bosques de kewiña y otras especies nativas son fundamentales para su supervivencia y para el equilibrio del ecosistema.
“El objetivo es recuperar las cuencas degradadas con bosques de Polylepis, que son el hogar de las aves más amenazadas del país. Además, estos bosques cumplen una función esencial en el ciclo del agua”, subraya Omar.
COMUNIDADES AL FRENTE DEL CAMBIO
En el Vivero Comunitario 13 de Agosto, las plantas no solo se cultivan con esmero, sino que también se convierten en símbolo de unión entre comundiades. Más de mil familias participan en este esfuerzo, muchas de ellas beneficiadas con sistemas de riego y la construcción de reservorios que pueden almacenar hasta seis millones de litros de agua. Estas infraestructuras son esenciales para combatir incendios forestales y garantizar la producción agrícola.
“Las raíces de los eucaliptos y pinos han invadido nuestros terrenos, secando la tierra. En cambio, las plantas nativas nos ayudan a conservar nuestros koturis (ojos de agua en quechua)”, comenta Víctor Inocencio Torrico, comunario de Cruzani y presidente del Organismo de Gestión de Cuencas 13 de Agosto.
Además, brigadas comunitarias han sido capacitadas para prevenir incendios y proteger las áreas reforestadas, mientras se establecen acuerdos para evitar que el ganado dañe los plantines. “No es solo plantar; es cuidar para que crezcan y un día sean bosques”, enfatiza Limber.
EL RECORRIDO HACIA EL MILLÓN
Las campañas de reforestación del Parque Nacional Tunari comenzaron en 2020 y han logrado avances significativos temporada tras temporada. Durante la temporada 2020-2021 se plantaron 100,070 ejemplares; en 2021-2022, la cifra ascendió a 140,080; y en 2022-2023 se alcanzaron 200,000 plantines. El mayor avance llegó en la temporada 2023-2024, cuando se añadieron 320,000 nuevos plantines, elevando el total acumulado a 760,150 árboles nativos sembrados.
En la campaña actual de 2024-2025, está planificado sumar 220,000 ejemplares adicionales, y con el apoyo de instituciones gubernamentales se espera consolidar la meta histórica del millón de plantines reforestados en las laderas del Parque Nacional Tunari.
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