
El incendio forestal en el Área Protegida Ñembi Guasu se reactivó con violencia inusitada este miércoles 3 de septiembre, afectando ya más de 1.000 hectáreas y registrando 126 focos de calor activos. Brigadistas de NATIVA, DIRENA, guardamonte y militares enfrentaron momentos críticos cuando las llamas los cercaron por ambos flancos durante labores de liquidación, quedando atrapados en medio del fuego.
El equipo logró evacuar gracias a protocolos de seguridad, pero la situación se agrava por la abundancia de combustible liviano (matorrales y vegetación pionera) que creció tras los incendios de 2019. “No hay expectativas de control en los próximos días”, advierten los valientes héroes que están arriesgando sus vidas desde el epicentro de este incendio que no da tregua. La maquinaria pesada (como la topadora D5 del GAMROBORÉ) intenta crear cortafuegos, pero la fragilidad de la zona y los vientos complican las operaciones.
Daniela Justiniano, de Alas Chiquitanas, también reportó que no hay ambulancia ni apoyo médico, lo cual, empeora la situación.
Se trabaja contra reloj para rodear la cabeza del incendio y evitar que avance hacia áreas críticas. La ayuda aérea que solicitan para aplacar el fuego desde el aire, no llega.
Pueden enviar su ayuda a la oficina de NATIVA. Calle Diego de Trejo 3560, diagonal del Coliseo del Barrio Magisterio.
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