Recientemente, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) ha publicado el informe titulado Causas, Actores y Dinámicas de la Deforestación en Bolivia 2010-2022, elaborado por los investigadores Robert Müller, Juan Carlos Montero y Gustavo Mariaca. Este estudio ofrece una visión exhaustiva de las causas y los principales actores que contribuyen a la deforestación en Bolivia, proporcionando una base cuantitativa y cualitativa clave para futuras políticas socioambientales. Con el respaldo de análisis cartográficos y entrevistas con expertos, el informe busca responder preguntas críticas sobre las tendencias recientes de deforestación y sus impactos socioeconómicos y ecológicos.
Principales contribuyentes a la deforestación en Bolivia
Según el estudio, entre 2010 y 2022, los sectores responsables de la deforestación en Bolivia incluyen al sector ganadero, que contribuye al 57% de la deforestación total, seguido de la agricultura mecanizada, que representa el 33%, y la agricultura a pequeña escala, con un 10%.
Además, el informe analiza las contribuciones específicas de los actores rurales en el auge de la deforestación entre 2016 y 2022, periodo en el que se intensificó el fenómeno. Se estima que un 27% de la deforestación fue realizado por ganaderos medianos y pequeños, un 25% por ganaderos empresariales grandes, un 16% por comunidades menonitas, un 13% por colonizadores mecanizados, en gran medida pertenecientes a interculturales, y un 9% por pequeños productores, incluidos pueblos indígenas y campesinos.
Este análisis confirma estudios anteriores, como el informe sobre la deforestación 2016-2021 de Fundación Tierra (2022), que destacan el rol preponderante del sector empresarial en la deforestación reciente en Bolivia.
El rol de los incendios en la deforestación
Los incendios forestales en Bolivia son eventos recurrentes y devastadores, pero el informe destaca que no son la principal causa de la deforestación y, en general, no se superponen con las áreas desmontadas. Entre 2019 y 2022, la deforestación —entendida como la pérdida de bosques seguida por un cambio en el uso de suelos— varió entre 175,000 y 350,000 hectáreas anuales. Durante el mismo periodo, solo entre 10,000 y 40,000 hectáreas de bosque afectadas por incendios experimentaron un cambio de uso de suelo agrícola o pecuario, lo que representa menos del 12% de las áreas incendiadas.
El hecho de que los incendios y el desmonte no se superpongan geográficamente sugiere que estos son fenómenos distintos, aunque interrelacionados. Los incendios, que afectan principalmente áreas propensas a sequías o con manejo inadecuado del fuego, no son totalmente predecibles, mientras que la deforestación es un proceso deliberado y planificado, impulsado por la expansión agrícola.
En todo caso, las comunidades indígenas han sido especialmente vulnerables ante la expansión agrícola y ganadera ya sea con desmonte o incendios. El informe señala el caso de la TCO Guarayos, donde las comunidades han perdido acceso a tierras colectivas debido a la expansión agropecuaria y su respectiva deforestación. Entre los efectos sociales más profundos se encuentra el debilitamiento de la estructura organizativa indígena, lo que ha dejado a muchas comunidades sin herramientas para defender sus derechos territoriales.
Los incendios forestales en Bolivia son eventos recurrentes y devastadores, pero el informe destaca que no son la principal causa de la deforestación y, en general, no se superponen con las áreas desmontadas.
Factores que impulsan la expansión agropecuaria
El informe destaca varios factores que han contribuido al aumento de la deforestación en la última década. Uno de los principales es el crecimiento del sector ganadero, impulsado tanto por la demanda doméstica como internacional de carne, especialmente de China. En Santa Cruz, la ganadería ha experimentado un crecimiento del 74%, con un aumento de más de 2 millones de cabezas de ganado entre 2010 y 2021. Asimismo, la producción de soya, que alcanzó aproximadamente 1.16 millones de hectáreas en el mismo periodo, también ha sido un motor de la expansión agrícola, particularmente en Santa Cruz.
El estudio resalta la influencia de políticas públicas que han favorecido la expansión del sector agropecuario. Estas incluyen subsidios estatales, el acceso a tierras mediante procesos de titulación y la creciente demanda de tierras forestales por parte de productores agropecuarios. Políticas como la Agenda Patriótica 2025, que priorizan el crecimiento económico, han facilitado la legalización del desmonte en áreas previamente protegidas, lo que ha contribuido al auge de la deforestación.
El informe subraya también cómo varias políticas públicas han contribuido a la expansión de la frontera agrícola y la deforestación. Una de las políticas más impactantes fue la Ley Nº 741 de 2015, que permitió el desmonte sin mayores trámites de hasta 20 hectáreas por pequeños propietarios. Esta normativa aceleró la conversión de tierras forestales a usos agropecuarios, facilitando el acceso a tierras para la expansión agrícola en Santa Cruz y otras regiones. También destaca el papel de las autorizaciones para la masificación de cultivos transgénicos y las compras estatales de alcohol anhidro para la producción de etanol, lo que fomentó aún más el desmonte.
Reflexiones finales
El informe del CEDLA subraya la complejidad del fenómeno de la deforestación en Bolivia, donde múltiples actores, tanto empresariales como pequeños productores, desempeñan roles significativos en la pérdida de bosques. La combinación de incendios recurrentes, la expansión agropecuaria y las políticas públicas permisivas han exacerbado la deforestación, especialmente en áreas de alta biodiversidad como la Chiquitanía.
Este estudio plantea importantes preguntas para futuras investigaciones: ¿Cómo se puede reconciliar la expansión agropecuaria con la conservación de los bosques? ¿Qué incentivos económicos podrían ayudar a mitigar la deforestación sin afectar la productividad agrícola? Las respuestas a estas interrogantes serán esenciales para desarrollar políticas que equilibren el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental. El estudio invita a los lectores a reflexionar sobre estas cuestiones y a comprender mejor la compleja y urgente problemática de la deforestación en Bolivia.
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Sobre el autor
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Stasiek Czaplicki
Economista ambiental especializado en cadenas de valor agropecuarias y forestales, con más de 10 años de experiencia. Investigador y activista boliviano enfocado en deforestación y en investigación corporativa y financiera. Cuenta con una amplia trayectoria en ONG nacionales e internacionales, organismos multilaterales y think tanks globales (WWF, FAO, Climate Focus, Oxfam, CIPCA). Actualmente forma parte del equipo de Revista Nómadas donde además de realizar investigaciones periodísticas, ejerce como gerente de proyectos y asesor técnico. Stasiek Czaplicki, junto a Iván Paredes, ha sido galardonado con el Premio al Periodismo de Investigación Franz Tamayo 2024 por el reportaje Bolivia no se baja del podio de países que más monte pierden en el mundo, en el que abordó la alarmante pérdida de bosques en Bolivia durante el 2023.