
Revista Nómadas ha sumado dos nuevas distinciones a su trayectoria periodística al ser reconocida en dos categorías de la tercera versión del Premio Franz Tamayo al Periodismo de Investigación 2025, organizado por la Unifranz La Paz, con el respaldo de entidades internacionales como la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), el Congreso Hispanoamericano de Prensa y la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia. El Premio Frans Tamayo al es uno de los certámenes más relevantes del país que premia el coraje de quienes revelan lo que los poderes buscan silenciar.
En la categoría Medios Independientes, el jurado otorgó el primer lugar al reportaje Guardianes del oro verde, una producción conjunta de Roberto Navia, Karina Segovia y Clovis de la Jaille. La investigación retrata la lucha de las comunidades de Alto Beni y Palos Blancos, en el norte del departamento de La Paz, que han cerrado filas para proteger sus bosques amazónicos frente al avance de la minería. En esta región, el cacao orgánico se ha convertido en el verdadero oro, cultivado con esmero por agricultores que defienden su modo de vida y el equilibrio ecológico de la selva.
El segundo reconocimiento para Revista Nómadas llegó en la categoría Revista de Investigación, gracias al reportaje Los dueños del desmonte: ¿Quién deforesta San Ignacio de Velasco?, realizado por Stanislaw Czaplicki, Roberto Navia y Carlos Quezada. Esta investigación revela, con profundidad y datos reveladores, cómo el municipio cruceño de San Ignacio de Velasco —hogar del 6,2% de los bosques de Bolivia— se ha convertido en el epicentro de la deforestación nacional. Allí, mientras los incendios arrasan millones de hectáreas cada año, las comunidades indígenas luchan por no desaparecer en medio de la codicia que amenaza con devorar su paraíso natural.

La ceremonia de premiación se llevó a cabo el 29 de mayo en la ciudad de La Paz, y contó con la presencia de destacadas personalidades, como Juan David Bernal, director ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo y Comunicación (CLAEP) de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP); Jannette Jacobs Estrada, directora de la carrera de Periodismo de La Paz, y Pedro Sáenz Muñoz, vicerrector de Unifranz La Paz, entre otras autoridades.
El Premio Franz Tamayo busca destacar a quienes, a través de la palabra escrita, sonora o visual, fortalecen la democracia y confrontan el poder con verdades incómodas. En esta tercera edición, se presentaron 123 trabajos de investigación, evaluados por un jurado compuesto por 12 especialistas internacionales de alto nivel.
Para Roberto Navia, director y cofundador de Revista Nómadas, este premio es una confirmación luminosa del camino que ha elegido: un periodismo que se planta frente al poder, que camina junto a las comunidades, que mira de frente a las heridas del territorio y que no teme incomodar para revelar la verdad. Con una trayectoria marcada por la profundidad narrativa y el compromiso de recorrer los caminos para contar desde los lugares donde nacen las historias, Roberto ha hecho de Nómadas un espacio donde las historias silenciadas encuentran una mirada profunda y se convierten en diferentes géneros narrativos. Es, además, dos veces ganador del Premio Internacional de Periodismo Rey de España, Premio Ortega y Gasset de Periodismo y también dos veces del Premio sobre Biodiversidad de Conservación Internacional Bolivia (entre muchos otros), distinciones que lo posicionan como una de las voces más relevantes del periodismo narrativo en Iberoamérica. “Este galardón no es solo para nosotros —dice—, sino para los defensores del bosque que nos recibieron con los brazos abiertos y para todos los que creen en un periodismo que no se rinde”.
Para Stasiek Czaplicki Cabezas, ”este reconocimiento no es solo un premio: es una confirmación de que el periodismo investigativo, cuando se hace con rigor, con compromiso y con raíz en el territorio, puede romper silencios poderosos. Es también un aliento colectivo, que reconoce el trabajo en equipo detrás de cada dato contrastado, de cada testimonio recogido en campo, de cada imagen satelital interpretada con cuidado”.
Pero más allá del honor —afirma— este reconocimiento nos impone una responsabilidad aún mayor: la de convertir nuestras investigaciones no solo en piezas reveladoras, sino en herramientas vivas para la ciudadanía. Porque no basta con denunciar: necesitamos generar presión social, abrir caminos de fiscalización, y activar la conciencia pública para frenar el desmonte y los incendios que año tras año arrasan San Ignacio de Velasco.
Stasiek sabe que el municipio de San Ignacio de Velasco no es cualquier lugar: es el corazón palpitante del bosque chiquitano. Y paradójicamente, también su herida más abierta. Es ahí donde convergen los intereses más voraces —la tierra codiciada, la posesión forzada, la conversión acelerada de ecosistemas en potreros y monocultivos.
“San Ignacio de Velasco está en disputa. Pero no solo por hectáreas, sino por el modelo de futuro que aceptamos o resistimos. Y nosotros, desde el periodismo, no podemos —ni vamos a— mirar hacia otro lado”, asegura Stasiek Czaplicki.
A Carlos Quezada Lambertin, en medio de tanta desesperanza frente al avance de la deforestación, recibir este premio le recuerda que vale la pena seguir. “Desde hace un tiempo vengo siguiendo con admiración el trabajo de Revista Nómadas, y ahora poder aportar a ese esfuerzo colectivo es, para mí, profundamente significativo”, ha dicho, lleno de emoción.
“Esto también me interpela desde mi rol como investigador: desde el IISEC de la Universidad Católica Boliviana, apostamos por una investigación que trascienda el ámbito académico, que se conecte con la realidad y que apoye procesos que cuestionen, documenten y movilicen. En ese sentido, celebrar este premio es también una forma de afirmar que la investigación puede y debe sumar al periodismo crítico y a la lucha por justicia socioambiental. Porque además de visibilizar el riguroso y comprometido trabajo que realiza Nómadas, este reconocimiento es, sobre todo, una invitación a que más personas se sumen, a que desde donde nos toque podamos aportar en esta lucha. Todavía falta mucho por hacer, pero seguimos con más fuerza”, se ha comprometido este investigador comprometido con la ciencia y el medioambiente.
Karina Segovia, también cofundadora de Revista Nómadas, es una talentosa productora de documentales y fotógrafa de dron que ha sabido captar desde el cielo la belleza y la vulnerabilidad de los territorios que retrata. Su mirada sensible y artística no solo embellece las investigaciones, sino que las dota de una fuerza visual que emociona y sacude. Karina es la brújula estética y ética del equipo. Su talento la llevó también a participar como productora ejecutiva del documental “Tribus de la Inquisición”, basado en la crónica de Navia, una obra que fue nominada a los Premios Goya de Cine de España, reafirmando su capacidad para contar con el corazón y desde la imagen. “Este premio es un impulso maravilloso para seguir mirando desde nuevas perspectivas y acompañando desde el corazón a quienes defienden la selva”, afirma.

Clovis de la Jaille, fotoperiodista con una mirada aguda y un compromiso profundo con las causas socioambientales, ha sido una pieza clave en el equipo que dio vida a Guardianes del oro verde. Con una sensibilidad que equilibra el análisis riguroso y la empatía genuina, Clovis ha sabido entrar en los territorios con respeto, escuchar con atención y narrar con justicia. Este premio reconoce no solo su trabajo en campo, sino su capacidad para conectar los procesos locales con las preguntas globales sobre el futuro del planeta. “Este reconocimiento nos recuerda que el periodismo sigue siendo una herramienta poderosa para defender la vida y el bosque”, sostiene.

Para Revista Nómadas, este doble galardón en el Premio Franz Tamayo al Periodismo de Investigación 2025 es una celebración de su esencia: un medio independiente, comprometido y valiente que ha nacido para contar las historias que no se deben ocultar. Con un equipo que combina talento, sensibilidad y profesionalismo, Nómadas confirma que en Bolivia se puede hacer un periodismo de excelencia, capaz de cruzar fronteras y tocar conciencias. Y la coincidencia no podría ser más significativa: estos dos premios llegan justo al comenzar junio, el mes aniversario de la revista, que este 2025 celebra sus cuatro años de vida contando historias con alma y con rigor.
Entre los ganadores de las distintas categorías también figuran nombres destacados del periodismo nacional. En medios digitales, Daniel Rivera Matirayo obtuvo el primer lugar con la investigación “Bolivia, el país de la tierra envenenada”, publicada por Acceso y Conectas. En fotoperiodismo, fueron reconocidos Víctor Gutiérrez Guzmán y Wilma Pérez Soliz, por su trabajo sobre la tragedia del auto de carrera en La Prensa. En prensa escrita, Adriana Gutiérrez Ampuero brilló con su reportaje sobre los pueblos en aislamiento voluntario, publicado en El Deber.
También fueron premiados trabajos en televisión, radio, agencias de noticias y la categoría Pulitfranz Junior, dedicada a estudiantes de periodismo. Además, el certamen rindió homenaje a cinco referentes del periodismo boliviano: Pedro Glasinovic, Amalia Pando, Alfonso “Toto” Arévalo, René Rosquellas y Abel Bellido “Abecor”, por su valiente trayectoria al servicio de la verdad.
Con estos nuevos reconocimientos, Revista Nómadas reafirma su compromiso con un periodismo ambiental y de investigación que no se detiene ante las adversidades, y que cree en el poder de las historias para transformar realidades.
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