Un murciélago antes no conocido, pequeño e insectívoro, fue recientemente descubierto y formalmente catalogado por biólogos del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, dependiente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, como nueva especie para la ciencia.
Se trata de un representante de la familia de los vespertiliónidos o murciélagos marrones, que son insectívoros y atrapan a sus presas en vuelo, usando su prolongada membrana de la cola como una ‘cuchara’ para empujar el insecto hacia su boca.
Siguiendo las normas de la investigación zoológica, esta especie fue reconocida por la comunidad científica y publicada en la revista Therya con el nombre dedicado a Fray Andrés Langer, el párroco naturalista de Pampa Grande, municipio de Florida en el departamento de Santa Cruz, Bolivia, que contribuyó por décadas al conocimiento de la fauna de los valles cruceños.
El hallazgo de este murciélago fue producto de estudios de varios años en los bosques subandinos de Agua Rica, municipio de Samaipata, donde entre muchos murciélagos identificados, se hallaron algunos individuos que no correspondían a las especies conocidas. El artículo salió publicado el 29 de julio en la revista Therya de México, especializada en mamíferos y que tiene difusión internacional.
Los autores bolivianos, Luis H. Acosta y José Luis Poma, fueron los que capturaron e identificaron los especímenes para la colección científica del Museo NKM, mientras que los coautores de la Universidad de Caldas, de Colombia, contribuyeron con los análisis genéticos que confirmaron su nueva identidad. Este logro destaca el valor de las colecciones científicas, como la del Museo NKM que ahora albergará el espécimen ‘tipo’ o referente mundial para esta nueva especie, y de las de otros museos de Argentina, Colombia, Estados Unidos y Reino Unido que permitieron revisar especímenes similares de Sudamérica, comparar sus medidas y obtener fotos a fin de identificar las nuevas colectas de Santa Cruz. También hay que destacar los esfuerzos de estos investigadores asociados al Museo NKM, que sin contar con cargos rentados de la Universidad, gestionaron financiamientos esporádicos de distintas fuentes para proyectos cortos que les permiten dedicarse a su pasión por la biología.
El nombre de esta nueva especie de murciélago, Eptesicus langeri, hace honor al sacerdote dominico Fray Andrés María Langer (1938-2015) quien fue párroco de Pampa Grande, gran conocedor de la fauna local y ferviente conservacionista del área del Parque Amboró, vecino a su parroquia. Fray Andrés colaboró con el Museo NKM desde los años de la década 1990 hasta su deceso en 2015, alojando investigadores, discutiendo estudios y proveyendo muchos especímenes a la colección científica. Varias especies descubiertas en Bolivia como nuevas para la ciencia, fueron bautizadas en su honor (con el nombre ’langeri’), incluyendo escarabajos, mariposas, ranas y una culebra; pero éste es el primer mamífero.
El nuevo murciélago (Eptesicus langeri) capturado vivo en una red de neblina.
Esta especie se suma a los otros 143 murciélagos conocidos para el país hasta el momento. Se trata de un representante de la familia de los vespertiliónidos o murciélagos marrones, que son insectívoros y atrapan a sus presas en vuelo, usando su prolongada membrana de la cola como una ‘cuchara’ para empujar el insecto hacia su boca. Tienen la cara puntiaguda, sin protuberancias en la nariz como otras especies, y sus orejas son triangulares con pliegues y un apéndice interno. Las orejas complejas les ayudan a ‘escuchar’ los ecos de los chirridos que emiten mientras vuelan. El sonido rebota en obstáculos o posibles presas durante el vuelo nocturno y así el murciélago lo usa como un sistema de ecolocación en la oscuridad.
Los murciélagos de esta familia son pequeños a medianos, algunos con orejas largas, y los del género Eptesicus al que pertenece la nueva especie tienen las orejas cortas, miden entre 4 y 8 centímetros de cuerpo y pesan entre 5 y 16 gramos. El color del pelaje varía entre ocre a marrón oscuro, con pelos que pueden ser oscuros en la base y claros en la punta, lo que les da un aspecto jaspeado. Como otras especies del género, Eptesicus langeri tiene el pelaje dorsal más oscuro que el del vientre, pero es la única especie en la que los machos son notoriamente más claros que las hembras. Este carácter, además de la forma del cráneo, medidas corporales y composición genética la diferencian de otros Eptesicus de Bolivia y Sudamérica.
Este descubrimiento no hubiera sido posible sin la experiencia de investigación y los especímenes ya catalogados en la colección científica del Museo NKM. Hasta 2019 se tenían registradas 138 especies de murciélagos en Bolivia, pero recientes estudios de estos investigadores y de otros centros han sumado cuatro especies ya descritas en países vecinos, y esta nueva especie antes no conocida para la ciencia, para un total de 144.
• Damián I. Rumiz: Investigador Asociado del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado y Editor Científico del Centro Ecopedagógico Simón I. Patiño. [email protected] Teléfono: 709 61971
Tienen la cara puntiaguda, sin protuberancias en la nariz como otras especies, y sus orejas son triangulares con pliegues y un apéndice interno.
Luego de confirmar las diferencias de tamaño, color, forma del cráneo y características genéticas de estos murciélagos con otros similares, se determinó que se trataba de una nueva especie y que se debía comunicarla científicamente.
Bosque subandino en las serranías de Agua Rica.