Roberto Vides, Director de la Fundación Para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC)
– ¿Qué señal está dando a Bolivia y al mundo la crisis de la laguna Concepción?
La laguna Concepción ha sufrido históricamente ciclos de llenura y de seca absoluta. Recuerdo una secuencia de fotografías que me mostró don Elio Montenegro, de San José de Chiquitos, allá por el 2002, donde sólo era un extenso cuerpo de tierra seca y prácticamente sin vida visible. Esas fotos databan, si no recuerdo mal, de la década de los ´70. Medio siglo después (actualidad) este ciclo de inundación-desecación ha continuado pero se hizo más frecuente. Además, los cultivadores de arroz han desviado gran parte del flujo de agua que, a través del Quimome, llenaban la laguna. Por lo tanto, las condiciones actuales es el resultado de la sinergia de varios factores, entre ellos la extensión de la época con déficit hídrico como consecuencia del cambio climático que afecta la región.
La laguna es considerada un sitio Ramsar. significa que tiene un alto valor para la conservación de la biodiversidad y la funcionalidad ecosistémica de humedales, especialmente la dinámica poblacional de aves acuáticas, sobre todo migratorias.
– ¿Cuál es el costo de la sequía en la laguna Concepción?
La laguna es considerada un sitio Ramsar. Un sitio con esta definición, enmarcada en el Convenio de Ramsar de la UNESCO de principios de 1970, significa que tiene un alto valor para la conservación de la biodiversidad y la funcionalidad ecosistémica de humedales, especialmente la dinámica poblacional de aves acuáticas, sobre todo migratorias. Las aves acuáticas migratorias utilizan sitios como “stopover” o escalas en sus vuelos desde el hemisferio Norte al Sur y viceversa de acuerdo al invierno boreal y verano austral. Hay sitios de escalas que tienen gran importancia para estas aves y cuando estos sitios se tornan inhóspitos (se secan, están contaminados, están degradados en su periferia, hay demasiada actividad humana como agricultura, industria, urbanización, etc), buscan otros sitios. El problema es que, al ir paulatinamente desapareciendo estos sitios, el fenómeno migratorio como proceso ecológico que mantiene una parte significativa de la biodiversidad planetaria, va sufriendo un retroceso tanto demográfico como en riqueza. El incremento de los períodos de sequía de la laguna Concepción afectaría esta dinámica y por lo tanto a escala local hay una pérdida de patrimonio natural y a escala regional y global un impacto incierto, pero con seguridad negativo, sobre la biodiversidad. Por otro lado, el costo de perder o degradarse la dinámica hídrica y ecológica de la laguna, se verá reflejado en las alteraciones del flujo de agua de corrientes como el San Julián (complejo Itonomas/San Miguel que aporta finalmente a la cuenca Amazónica) y las actividades productivas asociadas o dependientes de este flujo.
– ¿Cuáles son las causas?
Como ya las mencioné, las causas son múltiples: 1). Degradación de la cuenca alta, media y periférica por deforestación e incendios de la vegetación provenientes de productores privados y especialmente de colonias menonitas; 2). Desvío de flujo de agua de los productores cuenca alta del Parapetí-Quimome, sobre todo de los cultivadores de arroz; 3). Impacto del cambio climático reflejado en periodos más extensos y extremos de déficit hídrico que afecta el llenado de la laguna; 4). Contaminación: si bien no es un factor que genere sequía, sí potencia la degradación de los hábitats presentes en la laguna y su entorno y afecta de manera directa e indirecta a la biodiversidad.
– ¿Cuáles son las principales víctimas de que la laguna se hubiese secado?
1). La biodiversidad en general; 2). Las aves acuáticas tanto residentes como migratorias; 3). La hidrofauna, sobre todo artrópodos acuáticos, peces, anfibios y mamíferos vinculados a humedales; 4). Las poblaciones de palmeras de Carandá (Copernicia alba) de gran valor escénico y como hábitat estructural para numerosas aves y mamíferos; 5). Los productores y comunidades que se encuentran cuenca abajo y que dependen de la dinámica hídrica de la laguna para la estabilidad de los flujos de agua, previendo tanto inundaciones como sequías.
Una imagen satelital evidencia la realidad de la laguna Concepción.
– ¿Por qué, a pesar de que la laguna Concepción es un sitio RAMSAR, está pasando por esta situación?
Porque no hay capacidad del Estado instalada para ordenar el uso del suelo y la ocupación del territorio a múltiples escalas: departamental, municipal y local (predial) y no se reconoce o no se ha difundido suficientemente, el valor que la laguna tiene como humedal de categoría internacional. Sabemos que el cambio climático está influyendo en el ciclo sequía-inundación y su mayor frecuencia e intensidad y sobre ello no tenemos mucho que hacer en lo local, ya que es un fenómeno global, pero sí podemos impulsar estrategias costo-efectivas de adaptación al cambio climático para la laguna Concepción; entre ellas: evitar que se siga deforestando su periferia, mitigar o prevenir los incendios, evaluar y fiscalizar el uso del suelo cuenca alta, sobre todo en los tramos del Isoso – Parapetí – Quimome, sancionar el cambio de uso del suelo en áreas que no corresponde deforestar para cultivos, sancionar a quienes alteran el flujo de agua y lo desvían para su aprovechamiento ilegal, entre otras.
El incremento de los períodos de sequía de la laguna Concepción afectaría esta dinámica y por lo tanto a escala local hay una pérdida de patrimonio natural y a escala regional y global un impacto incierto, pero con seguridad negativo, sobre la biodiversidad.
– ¿Qué relación tienen los bañados de Isoso con la laguna Concepción?
Absoluta relación y dependencia. Los bañados del Isoso, así como la cuenca del Parapetí, constituyen sitios Ramsar de Bolivia y, por lo tanto, su gestión debe ser integral, considerando los tres sitios: Isoso-Parapetí-Concepción. Lo que se afecte en los bañados en el Parapetí, por ejemplo los proyectos de irrigación para cultivos extensos, los asentamientos de nuevas colonias menonitas, etc, afectará de manera directa a la Laguna Concepción
– Y ahora, ¿qué se puede hacer?
Ordenar el territorio, incidir en las autoridades responsables del cumplimiento del uso y ocupación del suelo (ABT, Gobierno departamental, municipal, autonómico indígena), verificación en terreno y remoto sobre la dinámica de cambio de la cobertura de vegetación de la cuenca alta y media que fluye hacia la Laguna, evitar la expansión de la frontera agropecuaria en la periferia del humedal, evitar los incendios, controlar el flujo de contaminantes agroquímicos que se drenan hacia la laguna (cuando se reduce el cuerpo de agua existe mayor concentración de químicos contaminantes como el glifosato), proteger a las poblaciones de fauna silvestre de los cazadores, comunicar a la población sobre los valores e importancia como sitio Ramsar, empoderar al comité de gestión (o reconformarlo) de la UCPN Laguna Concepción, entre otras acciones. Frente a la sequía por el cambio climático, sólo acciones de adaptación.
– ¿Puede llegar a tener agua nuevamente la laguna Concepción?
Si se regula el uso del agua para irrigación en la cuenca alta y se realizan acciones de protección y restauración ecológica en las áreas afectadas por la deforestación y fuegos en puntos críticos de captación de agua, es posible y todo dependerá —además— de los ciclos hidrológicos cada vez más inciertos y extremos como consecuencia del cambio climático.
Esta publicación ha sido elaborada por la Revista Nómadas con apoyo de la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano (FCBC), en el marco del proyecto “Bases del conocimiento para la restauración”, financiado por el gobierno de Canadá. Su contenido es responsabilidad exclusiva de los autores, y no necesariamente refleja los puntos de vista del Gobierno de Canadá.
STAFF:
DIRECCIÓN Y TEXTOS: Roberto Navia. FOTOGRAFÍAS: Karina Segovia, Daniel Alarcón, Clovis de la Jaille. DISEÑO Y DESARROLLO WEB: Richard Osinaga. EDITORA DE REDES SOCIALES Y MULTIMEDIA: Lisa Corti. INFOGRAFÍA: Marco León.