Patricia Nagashiro, ilustradora científica boliviana, encontró su vocación en el colegio y la cultivó en un postgrado en Ilustración Científica en la Universidad del País Vasco, donde se formó en disciplinas como microbiología y medicina con destacados profesores. Su obra más reciente, la ilustración del guacamayo o paraba Barba Azul, surgió de una profunda investigación y observación en su hábitat natural en Bolivia, en colaboración con biólogos y conservacionistas.
Revista Nómadas llegó a la comunidad Eyiyoquibo, en el norte de La Paz (Bolivia), donde los indígenas Ese Ejja, sufren las consecuencias de la minería que contaminas sus ríos y los peces con los que se alimentan.
Gonzalo Colque, investigador de Fundación TIERRA, responde a preguntas latentes sobre la crisis ambiental en Santa Cruz (Bolivia). Con conocimientos de causa, confirma que el preocupante aumento de la temperatura no es culpa 100% del cambio climático, sino, principalmente de la deforestación.
Querido Stasiek Czaplicki, doy fe que sos un gran ser humano y un enorme profesional. Que has hecho de la investigación, la mejor de tus herramientas para dar luces a la sociedad boliviana y revelar lo que los poderes y los poderosos quieren ocultar. Como muy pocos —con fundamentos en las manos— estás desmontando narrativas que hasta hace poco eran intocables, porque ser cruceño significaba aguantar y socapar todo lo que ellos decían que era ley en esta tierra que cada día se queda sin bosques, sin agua, sin vida.
Luchar para evitar que la actividad petrolera consolide su ingreso en la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, en el departamento de Tarija (Bolivia), tiene un alto precio. Las defensoras y defensores de este vergel importante para el mundo, que es fuente de agua para seres humanos y especies incontables de animales silvestres, sufren ataques que van desde “ofertas indecentes” hasta agresiones físicas y desprestigios personales. Pero ningún hostigamiento puede más que la convicción de defender esta casa vital que le pertenece al planeta.
Más de 100 personas trabajan incansablemente para aplacar el fuego en la primera área protegida indígena en Bolivia, el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu, y prevenir un desastre mayor. Se hace un llamado a la ciudadanía para apoyar con donaciones.
La investigación de la Fundación TIERRA revela que el cambio climático en suelo cruceño es una consecuencia y —al mismo tiempo— una causa de la expansión acelerada y descontrolada de la agricultura y la deforestación. Desde hace 40 años, el calentamiento global aumentó la temperatura del mundo en 0,6°C, sin embargo, Santa Cruz ha sufrido una subida de 1,1°C. En el territorio—además— llueve un 27% menos que hace cuatro décadas.
El desarrollo llega con sangre. Es la sangre de los animales silvestres de la Amazonia boliviana la que se está derramando silenciosamente en la ruta que va conociendo el asfalto, cuya construcción avanza en el norte del país, abre las puertas a nuevos asentamientos humanos y acelera la expansión agrícola hambrienta de bosques.
Los indígenas luchan contra las múltiples amenazas que acechan su hogar. La voracidad de la deforestación, los incendios forestales, el narcotráfico y la contaminación de los ríos ponen en peligro su tierra sagrada. Con valentía y conexión ancestral, estos guardianes de la selva resisten, protegiendo el pulmón del planeta y defendiendo su derecho a vivir en armonía con la naturaleza.
Ruth Alipaz ha liderado la resistencia contra proyectos destructivos como las hidroeléctricas y la minería, luchando por la preservación de la Amazonia boliviana y sus diversas especies de aves, mientras aboga por los derechos de los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente. Su voz destaca el peligroso proceso de exterminio que enfrentan los pueblos indígenas y cómo están dejándolos sin agua y sin alimentos.
Avasallamientos, incendios y escasez de agua son las duras realidades que enfrentan los indígenas chiquitanos de las tierras bajas de Bolivia, mientras los colonos y la agroindustria avanzan sin contemplaciones. Con el narcotráfico como una amenaza latente, ser defensor del medio ambiente se convierte en un peligroso desafío que despierta la ira de los poderes en juego. Maida Peña, lo sabe.
Marcos Uzquiano, el valiente jefe de Protección de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica de Beni, se enfrenta a un peligroso enemigo: los mineros ilegales que amenazan la vida de los guardaparques y la biodiversidad del Madidi, el área protegida más biodiversa del mundo. En esta entrevista, Marcos revela los oscuros secretos detrás de su lucha incansable por proteger el bosque y cómo los mineros ejercieron presión para que el Gobierno de Bolivia lo cambie a otro lugar donde haga “menos ruido”.
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