En un alarmante informe presentado por Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales, se ha dado a conocer que el año 2022 fue testigo de una pérdida implacable de bosques primarios tropicales en todo el mundo, con un incremento del 10% en comparación con el año anterior.
Los datos de pérdida de cobertura de árboles de la Universidad de Maryland en 2022, presentados por Global Forest Watch del Instituto de Recursos Mundiales, arrojan luz sobre la preocupante situación de los bosques a nivel mundial. Esta colaboración entre ambas instituciones ha permitido actualizar los datos espaciales y proporcionar análisis y comentarios fundamentales que ahora damos a conocer a través de Revista Nómadas.
El informe, disponible en la plataforma Global Forest Watch, revela cifras preocupantes que exigen acciones inmediatas. Durante el año pasado, los trópicos sufrieron una pérdida de 4.1 millones de hectáreas de bosque tropical primario, una extensión comparable al tamaño de Suiza. Esta alarmante tasa equivale a la desaparición de 11 campos de fútbol por minuto. Además, estas pérdidas resultaron en la emisión de 2.7 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono, equivalente a las emisiones anuales de combustibles fósiles de la India.
Lamentablemente, las mayores pérdidas forestales continúan ocurriendo en unos pocos países que albergan los bosques tropicales más grandes y significativos del mundo en términos de cambio climático, biodiversidad y población. En el informe, se destaca que Brasil, la República Democrática del Congo y Bolivia ocuparon los tres primeros lugares en pérdida de bosque tropical primario durante el año 2022.
El informe, disponible en la plataforma Global Forest Watch, revela cifras impactantes que exigen acciones inmediatas.
A pesar de estos desalentadores resultados, también se identificaron algunas áreas de esperanza. Indonesia y Malasia lograron mantener las tasas de pérdida de bosque tropical primario en niveles cercanos a los mínimos históricos. Estos países han implementado medidas exitosas para frenar la deforestación y preservar sus valiosos ecosistemas forestales.
Si bien se observó una disminución del 10% en la pérdida total de cobertura arbórea a nivel mundial en 2022 en comparación con el año anterior, es importante destacar que esto se debe principalmente a una disminución en las pérdidas relacionadas con incendios en Rusia y no es necesariamente un indicio de una tendencia positiva.
La pérdida acelerada de bosques primarios tropicales plantea graves consecuencias para la lucha contra el cambio climático, la protección de la biodiversidad y el sustento de millones de personas en todo el mundo. Urge que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto tomen medidas concretas para revertir esta alarmante tendencia. La conservación de los bosques y la adopción de prácticas sostenibles en el uso de los recursos forestales son vitales para garantizar un futuro saludable para nuestro planeta y las generaciones venideras.
En un nuevo informe del Rastreador de Objetivos (Beta) del Informe Global de Bosques, se revela que el progreso hacia el objetivo de cero deforestación establecido por la Declaración de Glasgow ha sido insuficiente durante el año 2022.
A pesar de que 145 países se comprometieron a detener la deforestación para el año 2030, la tendencia actual continúa en la dirección equivocada. Durante el año pasado, la deforestación global persistió, a pesar de la necesidad de reducir anualmente un 10% para lograr la deforestación cero en la próxima década.
El análisis realizado por el Rastreador de Objetivos revela que en 2022 la deforestación global superó en más de 1 millón de hectáreas el nivel necesario para alcanzar la meta de cero deforestación para el año 2030. Estos resultados alarmantes demuestran que se requieren esfuerzos significativamente mayores por parte de la comunidad internacional para revertir esta tendencia destructiva.
En color rosado, se muestra la pérdida de cobertura arbórea. En color verde, el bosque primario.
LOS PAÍSES CON MAYOR PÉRDIDA
Brasil, la República Democrática del Congo y Bolivia, ocuparon los tres primeros puestos en pérdida de bosque tropical primario durante el año 2022. Estos países, que albergan algunos de los ecosistemas forestales más importantes del mundo en términos de cambio climático, biodiversidad y población, enfrentan desafíos significativos para frenar la deforestación y proteger sus valiosos recursos naturales.
PAÍSES CON EL MAYOR INCREMENTO
Lamentablemente, no todos los países han logrado reducir la pérdida de bosque primario tropical. Ghana y Bolivia experimentaron el mayor incremento en la tasa de pérdida de bosque primario en los últimos años. Estos datos resaltan la necesidad de implementar medidas efectivas y urgentes para detener esta tendencia preocupante y salvaguardar los valiosos bosques primarios.
A pesar de los desafíos y los resultados decepcionantes en el progreso hacia el objetivo de cero deforestación, aún no es tarde para cambiar de rumbo. Se requiere una acción colectiva y comprometida por parte de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto para proteger nuestros bosques, combatir el cambio climático y preservar la biodiversidad. El futuro de nuestros ecosistemas y la salud del planeta dependen de la adopción de medidas concretas.
PÉRDIDAS EN BRASIL Y BOLIVIA
En un informe reciente sobre la pérdida de bosque primario tropical y la cobertura arbórea a nivel mundial, se han revelado datos alarmantes en relación a Brasil y Bolivia, dos países que han sufrido grandes pérdidas en sus valiosos ecosistemas.
Comenzando por Brasil, se destaca que este país sudamericano ha sido el mayor contribuyente a la pérdida de bosque tropical primario en el año 2022, siendo responsable del 43% de la pérdida total a nivel global. Es preocupante señalar que Brasil ha experimentado el nivel más alto de pérdida no relacionada con incendios desde 2005, lo que indica una situación preocupante en cuanto a la deforestación. En tan solo un año, se han perdido 1.8 millones de hectáreas (4.4 millones de acres) de bosque primario en el país, lo que ha generado la emisión de 1.2 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono, equivalente a 2.5 veces las emisiones anuales de combustibles fósiles de Brasil. Los datos del informe también coinciden con el último año de la administración de Bolsonaro, durante la cual se han observado políticas y esfuerzos insuficientes para frenar la deforestación en el país. Además, los estados occidentales de Amazonas y Acre se han destacado por registrar los niveles más altos de pérdida de bosque primario no relacionada con incendios, y el estado de Amazonas, que alberga más de la mitad de los bosques intactos de Brasil, ha visto casi duplicada su tasa de pérdida de bosque primario en solo tres años.
Por otro lado, Bolivia también ha enfrentado una situación crítica en cuanto a la pérdida de bosque primario. En el año 2022, el país registró un nivel récord de pérdida de bosque primario, con un aumento del 32% en comparación con el año anterior.
A pesar de tener menos área de bosque primario que otros países, Bolivia superó a Indonesia en términos de pérdida en este tipo de bosque. La agricultura de productos básicos ha sido identificada como el principal impulsor de la deforestación en Bolivia. Además, es preocupante destacar que el país no se adhirió a la Declaración de Líderes de Glasgow en 2021, lo que indica la necesidad de una mayor atención y acción para abordar este problema.
Estas cifras alarmantes evidencian la urgente necesidad de tomar medidas más efectivas para frenar la deforestación en Brasil y Bolivia, países que albergan una rica biodiversidad y desempeñan un papel crucial en la mitigación del cambio climático. La protección de estos ecosistemas es fundamental para garantizar un futuro sostenible y preservar la vida en el planeta.
Esta alarmante tasa equivale a la desaparición de 11 campos de fútbol por minuto.
LA IMPORTANCIA DE LOS BOSQUES
Los bosques desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, el sustento de las comunidades y la protección de la biodiversidad. Ante la amenaza inminente de superar las metas climáticas, la extinción de especies y las devastadoras consecuencias que enfrenta la humanidad, es crucial tomar medidas urgentes para detener la deforestación. Aunque el tiempo apremia, aún es posible cambiar el rumbo.
En términos climáticos, reducir la deforestación se destaca como una de las medidas más rentables para mitigar el cambio climático. Este hecho también se resalta en el informe más reciente del Sexto Informe de Evaluación del IPCC, donde se reconoce que los bosques actúan tanto como fuente como sumidero de carbono. Mientras están en pie o se regeneran, los bosques absorben dióxido de carbono del aire, pero cuando son talados o degradados, liberan este gas a la atmósfera.
El bienestar humano también se ve directamente afectado por la deforestación. Aproximadamente, 1.600 millones de personas, incluidos casi 70 millones de pueblos indígenas, dependen de los recursos forestales para su sustento. La deforestación, especialmente en las regiones tropicales, también tiene un impacto en las temperaturas y las precipitaciones locales, amplificando los efectos del cambio climático y generando consecuencias para la salud humana y la productividad agrícola.
La biodiversidad es otro aspecto fundamental que se ve amenazado por la pérdida de bosques. Estos ecosistemas albergan la mayor biodiversidad de cualquier otro en la Tierra. El Marco Mundial de Biodiversidad, adoptado en 2022, hace hincapié en la necesidad de detener y revertir la pérdida de los ecosistemas naturales, incluidos los bosques.
En relación a los resultados del año 2022, es importante comprender el concepto de pérdida de cobertura arbórea. Esta no debe confundirse con la deforestación, ya que abarca tanto la eliminación de árboles en plantaciones como en bosques naturales, y puede ser causada por acciones humanas o eventos naturales, como incendios. Los datos sobre pérdida de cobertura arbórea no tienen en cuenta la restauración o regeneración de los bosques, por lo que no reflejan el cambio neto.
Pérdida de bosques primarios de Bolivia, 2002-2022.
El término “bosque primario” se utiliza para referirse a áreas de cobertura boscosa tropical madura y natural que no han sido taladas ni regeneradas recientemente. El uso de datos sobre bosques primarios, junto con los datos anuales de pérdida de cobertura arbórea, permite enfocarse en los cambios que ocurren en aquellos bosques que son más importantes para el carbono y la biodiversidad. Asimismo, se excluye la pérdida de cobertura arbórea asociada con la rotación de cultivos arbóreos o plantaciones forestales. Es relevante destacar que los bosques primarios en zonas áridas no se incluyen en el conjunto de datos de bosques.
LA CULPA TAMBIÉN LA TIENEN LOS INCENDIOS
Los resultados del año 2022 revelan la importancia de centrarse en los trópicos al analizar la pérdida de cobertura arbórea. Si bien los datos de pérdida de cobertura arbórea de la Universidad de Maryland abarcan todo el mundo, Global Forest Watch se enfoca principalmente en los trópicos debido a que más del 96% de la deforestación ocurre en esta región. La deforestación se refiere a la eliminación permanente de la cubierta forestal causada por actividades humanas. Por otro lado, en los bosques boreales y templados, la pérdida de bosques está más relacionada con la actividad forestal y los incendios forestales, que suelen ser perturbaciones temporales seguidas de procesos de regeneración. Es fundamental comprender qué implica la pérdida de cobertura arbórea debido a incendios. La Universidad de Maryland proporciona datos espaciales detallados que indican dónde se ha producido pérdida de cobertura arbórea debido a incendios. Estos incendios forestales tienen importantes implicaciones en términos de emisiones de carbono, ecosistemas y salud humana. Sin embargo, las temporadas de incendios varían en relación con los patrones climáticos, lo que dificulta evaluar las tendencias en la pérdida de bosques a lo largo del tiempo.
Para comprender mejor la dinámica de la pérdida de bosques a lo largo del tiempo, es necesario separar la pérdida debida a incendios de la pérdida causada por otras causas, como la expansión agrícola o la tala. Esta separación proporciona un mayor nivel de detalle y permite comprender mejor la dinámica de la pérdida de cobertura arbórea.
Los datos capturados abarcan incendios forestales, incendios derivados de la agricultura, la caza y otras actividades humanas, así como incendios provocados intencionalmente que resultan en pérdida de cobertura arbórea. Al analizar y comprender la pérdida de cobertura arbórea debido a incendios, se puede obtener una visión más completa de los factores que contribuyen a la deforestación y su impacto en los ecosistemas y el medio ambiente. Estos datos detallados permiten tomar medidas más efectivas para abordar la pérdida de bosques y promover estrategias de conservación y restauración que sean beneficiosas tanto para el clima como para la biodiversidad.
Las manchas de color rosado muestran cómo la pérdida de bosque tropical avanza sobre los países sudamericanos.
EL ESFUERZO DE DOS INSTITUCIONES
En un esfuerzo conjunto por monitorear y analizar la pérdida de cobertura arbórea a nivel global, Global Forest Watch (GFW) del World Resources Institute y el laboratorio GLAD (Global Land Analysis & Discovery) de la Universidad de Maryland han colaborado para ofrecer valiosos resultados sobre la situación de los bosques en el año 2022.
Global Forest Watch, una plataforma independiente de monitoreo forestal en línea lanzada en 2014, se ha consolidado como un referente en el análisis y seguimiento de los datos de pérdida de cobertura arbórea en todo el mundo. En conjunto con la Universidad de Maryland, han proporcionado análisis anuales sobre cuándo y dónde se ha producido la pérdida de bosques a nivel global. Estos hallazgos se publicarán en el Global Forest Review, una plataforma que combina análisis profundos con información experta sobre el estado actual de los bosques en el mundo.
La tecnología satelital ha sido una herramienta fundamental utilizada por Global Forest Watch y el laboratorio GLAD para monitorear la pérdida de cobertura arbórea en tiempo real. Con actualizaciones semanales y anuales, han logrado ofrecer datos oportunos y de alta resolución sobre el estado de los bosques y los cambios recientes que han experimentado. Esta información es de vital importancia para empoderar a los administradores forestales, a los agentes encargados de hacer cumplir la ley y a otras partes interesadas en la conservación de los bosques.
El conjunto de datos anuales de pérdida de cobertura arbórea ha sido desarrollado y actualizado por el laboratorio GLAD de la Universidad de Maryland en colaboración con destacados actores como Google, USGS y NASA. Estos datos capturan áreas de pérdida de cobertura arbórea en todas las tierras del mundo, exceptuando la Antártida y otras islas árticas, con una resolución aproximada de 30 × 30 metros. Es importante destacar que ahora los datos de pérdida de cobertura arbórea pueden distinguir entre la pérdida causada por incendios y las pérdidas no relacionadas con incendios, ofreciendo una resolución de 30 metros que permite un análisis más detallado. Esta colaboración entre Global Forest Watch y la Universidad de Maryland ha permitido obtener datos precisos y confiables sobre la pérdida de cobertura arbórea en el año 2022. Con esta información, se pueden tomar decisiones informadas y desarrollar estrategias efectivas para abordar la deforestación y promover la conservación de los bosques a nivel global. La lucha por la protección de estos ecosistemas vitales para el clima, el bienestar humano y la biodiversidad continúa, y gracias a iniciativas como estas, se cuenta con herramientas valiosas para enfrentar los desafíos que representa la pérdida de bosques en nuestro planeta.