Muchos levantaron la mirada con asombro hacia la serranía de Chochís que —al caer la tarde— la luz del sol la ha pintado de un naranja intenso, cinematográfico, como una fotografía de postal.
Hubo más de un centenar de personas que se reunieron, del 29 al 31 de marzo, a pocos kilómetros de la falda del gran farallón, de ese pedazo de planeta que antes de ponerse el sol se convierte en un espectáculo mayor de la naturaleza. Estuvieron reunidas llevando a cabo el Primer encuentro transfronterizo binacional Bolivia—Paraguay, concentrados en el intercambio de experiencias y capacitación en la gestión de incendios forestales en el Gran Paisaje Chaco-Pantanal.
Entre todos, lograron identificar los problemas claves que provocan los incendios, coincidieron en que se deben aunar esfuerzos para a para la prevención de los focos de fuego.
El encuentro, organizado por las fundaciones NATIVA, WWF y FAN, bajo el paraguas de la Comisión de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climatico de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (ZICOSUR), buscó reducir la vulnerabilidad a los incendios forestales y anticiparse, a través del conocimiento y la aplicación de estrategias y la unión de fortalezas, al fuego que cada año destroza los bosques y todo lo que encuentra en el camino.
Son 107 participantes, de Bolivia y Paraguay, los que han acudido hasta este escenario natural que se encuentra en las alturas de Chochís, dentro del municipio cruceño de Roboré. Hasta aquí llegaron bomberos forestales, guardaparques, jefes de protección, directores de áreas protegidas, propietarios privados de la frontera, autoridades y técnicos comunales, municipales y departamentales. También lo han hecho técnicos y ejecutivos de las organizaciones de la sociedad civil, funcionarias municipales, de la Gobernación de Santa Cruz y autoridades del Gobierno Autónomo Indígena Originario Campesino de Charagua Yyambae (GAIOC).
Durante los tres días del encuentro, se trató sobre la prevención y atención de los incendios, en la región de la frontera de Bolivia y Paraguay, qué hacen en cada país, se promovió el aprendizaje mutuo e intercambio de conocimientos.
Los participantes realizaron trabajo en grupo, rodeados de la naturaleza.
Foto: Karina Segovia
Durante los tres días del encuentro, se trató sobre la prevención y atención de los incendios, en la región de la frontera de Bolivia y Paraguay, qué hacen en cada país, se promovió el aprendizaje mutuo e intercambio de conocimientos.
Un público atento les escuchaba y tomaba apuntes para luego reunirse en grupos de trabajo debajo de las copas de los árboles.
El evento se realizó en un apacible salón rodeado de árboles que no mezquinaban ni un milímetro de sombra. Adentro, los panelistas hablaron sobre los orígenes y consecuencias de los incendios forestales y ensayaron propuestas de soluciones. Un público atento les escuchaba y tomaba apuntes para luego reunirse en grupos de trabajo debajo de las copas de los árboles.
Entre todos, lograron identificar los problemas claves que provocan los incendios, coincidieron en que se deben aunar esfuerzos para conseguir atención inmediata y prioritaria para la prevención de los focos de fuego, elaboraron una agenda de contactos claves para la coordinación constante y oportuna entre sistemas de monitoreo, condiciones atmosféricas y calendario de quemas, lo que facilitará procesos de alerta temprana.
Elaboraron una agenda de trabajo binacional, con acciones concretas en la prevención: campaña de comunicación educativa en cuanto a la vulnerabilidad, empleando la seguridad hídrica, contactos permanentes y oportunos entre los líderes de los equipos de bomberos forestales de Bolivia y Paraguay, en alianza con la sociedad civil y las instituciones.
La serranía de Chochís, iluminada por los últimos rayos del sol.
Foto: Karina Segovia.
También identificaron que el enfoque de trabajo ha venido siendo reactivo y que se debe darse el mayor énfasis en la prevención, monitoreo y que se deben sumar Brasil y Argentina y sus actores claves en la gestión integral de los incendios, así como, eventualmente, los demás 66 estados subnacionales que conforman la ZICOSUR.
Sin duda, resaltaron el trabajo que realizan los pueblos indígenas que vienen desarrollado estrategias organizativas que permiten el uso del fuego bajo control, cuyos conocimientos y saberes ancestrales deben ser incorporados en el proceso de construcción de las estrategias transfronterizas de gestión de los incendios.
Para Iván Árnold, director de la fundación Nativa, hay dos hechos fundamentales que destacar: “Es el primer encuentro binacional con estas características. Tenemos que tener en cuenta que, con Paraguay, Bolivia tiene una amplia frontera, y esa frontera ha sido en los últimos años uno de los escenarios donde se han suscitado más incendios de una gran magnitud, que incluso fueron difíciles de apagar. El segundo punto, tiene que ver que para ZICOSUR, éste haya sido el primer evento oficial, formal, del grupo de fuegos”.
Arturo Suárez, presidente del Concejo Municipal de Roboré, junto a representantes de instituciones de Bolivia y Paraguay.
Foto: Fundación Nativa.
En cuando a las conclusiones, —según Iván Árnold— pusieron en claro que es muy importante la prevención, no esperar que esté el fuego para empezar a actuar, sino, hacerlo desde ahora, cuando todavía no hay incendios.
“También se acordó en trabajar en protocolos a nivel binacional para poder actuar en caso de que los incendios se desborden, como ocurrió lamentablemente en años pasados, y —ante todo— generar una ruta crítica, una agenda conjunta para trabajar en este tema, que es la gestión de fuego en el Gran paisaje”.
El Gran paisaje Chaco Pantanal es un corredor continuo de conservación entre Bolivia y Paraguay con una extensión de casi 20.000.000 hectáreas. En Bolivia, este paisaje de conservación integra a cinco áreas protegidas.
Juanita Vargas Morán, bombera voluntaria de Chochís, enfatiza que fue capacitada por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) y por la Gobernación, que ya lleva 15 años combatiendo contra los incendios forestales, que tiene un compromiso con la naturaleza, que disfruta de los paisajes magníficos como el de la serranía de Chochís que durante todo el día es de color verde y café y que, por unos pocos minutos, cuando el sol se está ocultando, se ilumine con un anaranjado que a ella la hace sentir muy viva.