Latinoamérica es la región que concentra la mayor diversidad de árboles: se han contabilizado al menos 23.631 especies diferentes. Brasil, Colombia y México están entre los países con más árboles endémicos, es decir, que sólo crecen en sus territorios.
Este universo se encuentra en riesgo. En Latinoamérica, poco más de 7.000 especies de árboles enfrentan algún tipo de amenaza, 31 podrían ya estar extintas.
Cada árbol es un mundo que sostiene la vida de otros mundos. Y como ejemplo están los protagonistas de este especial dedicado a los árboles de Latinoamérica. Cada una de las especies incluidas en este trabajo periodístico representa una diminuta porción de toda la diversidad que no queremos perder.
Crónicas >
Es un fósil viviente de épocas lejanas y sus ancestros serían reconocidos por los mismísimos dinosaurios. Hoy la araucaria o peweñ es un árbol sagrado para el pueblo mapuche.
Ceiba barrigona: sobreviviente en el cañón más profundo de Colombia
Botánicos y viajeros han sido cautivados por la singular forma de este árbol que solo se encuentra en el oriente de Colombia, en uno de los cañones más grandes del planeta y en uno de los bosques más degradados del país.
Copaibo: el árbol farmacia del Bosque Seco Chiquitano de Bolivia
En la región oriental de Bolivia se despliega uno de los ecosistemas más amenazados en el país. Ahí también habita el copaibo, un árbol cuya resina ha probado su eficacia en el alivio de varias dolencias.
Palo rosa: un gigante en las profundidades de la selva misionera
Devastado durante más de un siglo, el palo rosa es uno de los habitantes emblemáticos del Bosque Atlántico que cubre el norte de la provincia de Misiones, en el noreste argentino.
Arrayán de Quito: un árbol aniquilado de su hábitat natural en Ecuador
Este árbol fue nombrado por la ciencia como Myrcianthes hallii. Sólo se le encuentra en Ecuador, Colombia y Venezuela. Tiene una característica peculiar: el aceite presente en sus hojas ha sido utilizado, entre otras cosas, para mantener en buen estado las encías.
Palo morado: un árbol de corazón púrpura que se aferra a tener futuro
Las únicas poblaciones de Peltogyne mexicana que hay en el mundo sobreviven en unos cuantos rincones de Guerrero, en el sureste de México. En esa región, lo llaman palo morado. Aquellos que han visto su interior saben que tiene una belleza singular: su corazón, el centro del tronco, posee intensas tonalidades moradas.
Shihuahuaco: el árbol milenario de la Amazonía se resiste a caer
La enormidad de este habitante ancestral de la Amazonía peruana sobrecoge. También la forma en que se le derrumba para comercializar su madera, una de las más duras que existen. Su tronco termina siendo carbón vegetal o un tablón que se exporta a China, la Unión Europea o Estados Unidos.
Cocobolo: el árbol que comunidades indígenas intentan rescatar del exterminio en Panamá
Como varios de los árboles del género Dalbergia, el cocobolo produce una madera densa, rojiza y brillante, muy apreciada para la construcción de instrumentos musicales, pero también usada en la fabricación de muebles.