
Hay una noticia que desafía el avance de la extinción: el redescubrimiento del pez Moema claudiae, una especie que no se había registrado desde finales de los años 90 del siglo XX y que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) había catalogado en Peligro Crítico, posiblemente extinta.
Este “animal mitológico”, como lo describe nuestro entrevistado, ha emergido de los humedales temporales de Bolivia, demostrando que incluso en los hábitats más vulnerables la vida puede aferrarse a un hilo de esperanza.
Para desentrañar la fascinante historia detrás de este hallazgo sin precedentes, conversamos con el propio coautor de este descubrimiento, Heinz Arno Drawert, una figura clave en la investigación y conservación de los rivúlidos en Bolivia.
Heinz Arno Drawert, quien trabaja con el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, es autor de la monografía Rivúlidos de Bolivia: estado de conocimiento e inventario actualizado y ha dedicado años a rastrear y estudiar a estos peces estacionales, considerados los vertebrados con mayor riesgo de extinción en las Américas. Su experiencia y pasión lo han llevado a ser testigo directo de uno de los momentos más emocionantes de la biología boliviana reciente.
En esta entrevista exclusiva, Heinz Arno Drawert nos lleva al instante exacto en que, junto a su colega y amigo Thomas Litz, confirmó la identidad de este pez inconfundible, cuya supervivencia él atribuye principalmente a una “combinación de factores poco probables”.

Además, abordamos las amenazas críticas que enfrentan los humedales temporales, hábitats singulares que actúan como “santuarios” para los rivúlidos, y las acciones urgentes que deben implementarse para asegurar que el redescubrimiento de Moema claudiae no sea un simple hito científico, sino el punto de partida para su conservación efectiva.
P. ¿Qué sintió en el momento exacto en que confirmó que el pez que tenía frente a usted era Moema claudiae, una especie que no se registraba desde hace 28 años?
R. Supimos desde el primer vistazo que habíamos encontrado Moema claudiae, porque lo poco que se sabía de esa especie es que se encontró al norte de Ascención de Guarayos (Santa Cruz, Bolivia) y que lo que la hacía diferente a todos los demás Moema era una gran mancha negra en la región humeral del flanco. Es una especie imposible de confundir y no requiere de revisión minuciosa para identificarla correctamente. Además, Moema claudiae es algo así como un animal mitológico, es un pez rodeado de mucho misterio, lo que obviamente hace que los investigadores le prestemos especial atención. Cuando con Thomas vimos el pescadito en la red y fue un “¡No puede ser, no puede ser cierto … Moema claudiae si existe!!!”.
P. ¿Por qué se creía que esta especie podía estar extinta y qué factores explican que haya logrado sobrevivir hasta hoy?
R. Los rivúlidos, que es el grupo de peces a los que pertenece Moema claudiae, son considerados los vertebrados con mayor riesgo de extinción en el Neotrópico (regiones tropicales y subtrópicales de América). Esto es porque muchos de ellos se han especializado en habitar humedales efímeros y temporales (por eso también se los conoce como peces estacionales) que son muy fácilmente degradados o destruídos. Además, muchas de sus adaptaciones a estos hábitats “extremos” paradójicamente los vuelven muy sensibles a cambios en las condiciones ecológicas, por ejemplo, la capacidad de sus huevos de poder mantenerse en seco por mucho tiempo a la vez hace que si el cuerpo de agua no se seca los huevos no pueden desarrollarse. Luego, los rivúlidos tienen por lo general distribuciones muy restringidas y limitada a hábitats aislados entre sí.
Moema claudiae fue descubierta a finales de los años 90 en la zona de las llanuras de inundación del río San Pablo, al norte de Ascensión de Guarayos, y prácticamente inmediatamente después de encontrarla comenzaron los desmontes en esa región. Cuando se hizo la evaluación del estado de conservación de la especie a mediados de la década de 2010, gran parte de esa zona ya eran cultivos y muchos de los potenciales hábitats habían desaparecido. A esto hay que sumarle de que pese a que se la estuvo buscando no se había logrado encontrarla de nuevo. Es por eso que la UICN en 2016 la pone en categoría Peligro Crítico, posiblemente extinta [Critically Endangered (Possibly Extinct) under criteria B2ab(iii)]. Luego, considerando de que las amenazas (pérdida de hábitats, principalmente) a su estado de conservación desde la ultima evaluación (2016) no se han revertido y más bien se han incrementado de manera casi exponencial, y que tampoco se habían encontrado individuos vivos en vida silvestre, era casi seguro que en la próxima actualización del estado de conservación (que debería hacerse a los 10 años, o sea en 2026) se la declaraba como “extinta en vida silvestre” o posiblemente incluso “extinta” porque tampoco existen poblaciones en cautiverio. ¿Porqué ha logrado sobrevivir? principalmente por suerte, o sea una combinación de factores poco probables que sucedieron en el momento y lugar adecuado.

P. ¿Cómo fue el proceso de búsqueda? ¿Hubo algún indicio previo que les hiciera pensar que Moema claudiae podía seguir habitando la zona?
R. Como ya mencioné antes, Moema claudiae es una especie que tiene un “aura” muy especial, una especie misteriosa que ha despertado la curiosidad de muchos desde que fue descrita. Es casi seguro que a parte de Soraya Barrera, Jaime Sarmiento, Wilson Costa y Claudia Bove (en honor a quien lleva el nombre) nadie más había visto a estos peces en vivo. Lo único que se tenía hasta ahora era un dibujo monocromático y la descripción de sus características que llamaban mucho la atención por las particularidades de la especie. Entonces se la viene buscando desde hace mucho tiempo sin éxito y en varias oportunidades fueron identificados individuos de otras especies de Moema como “sospechosos” de ser la mítica Moema claudiae, pero siempre faltaban las características que la debían hacer inconfundible: la gran mancha negra en el costado y el opérculo con marcas naranjas y doradas. Junto con Juan Carlos Catari por ejemplo, fuimos a buscarla el 2021 y el 2022 y no la encontramos, incluso ampliando el radio de búsqueda hasta Loreto, en el Beni. Luego en 2024, junto a Thomas le dedicamos 10 días a rastrear toda la región, desde Ascensión de Guarayos hasta Loreto y Pedro Ignacio Muiba y finalmente el penúltimo día la encontramos, después de revisar cientos de hábitats potenciales.
P. El hallazgo ocurrió en un humedal temporal de altísima diversidad. ¿Qué características hacen que este ecosistema sea tan especial para los peces estacionales?
R. En los humedales temporales y aislados los rivúlidos han encontrado ecosistemas acuáticos muy ricos en términos de recursos vitales y libres de competencia por parte de otros peces. En este tipo de hábitats un pez de menos de 10 o 15 cm se convierte en el predador tope, algo equivalente al tigre americano, la arpía o el caimán negro en otros ecosistemas, pero por un periodo de tiempo muy reducido. Por unas semanas al año los rivúlidos son los “amos del lugar” y lo aprovechan al máximo desarrollándose muy rápido (son los vertebrados que más rápido alcanzan la madurez sexual) y con los machos exhibiendo sus formas y colores espectaculares. A cambio de este “privilegio” presentan adaptaciones tan especializadas que les es biológicamente y ecológicamente imposible establecerse en otro tipo de ecosistemas acuáticos. Si el curichi no se seca periódicamente, los huevos no se desarrollan; si el agua es permanente y llegan otros peces de ríos o lagunas los adultos resultan presas muy fáciles y rápidamente serían depredados.

P. Por primera vez se obtuvieron fotografías de ejemplares vivos. ¿Qué revela esta nueva documentación sobre la biología y el comportamiento de la especie?
R. Lo primero que revelan las fotografías en vivo es que la especie realmente es tal cual la describió Wilson Costa cuando la presentó como nueva especie para la ciencia en 2003. Moema claudiae es muy diferente al resto de los miembros del género y es inconfundible. Luego, otras cosas interesantes que pudimos observar es que esta especie, al igual que su “primo” Moema juanderibaensis, tiene capacidades anfibias que le permiten mantenerse por muchas horas fuera del agua, lo que sin dudas es otra adaptación más a la vida en humedales efímeros. Tambien se observó comportamientos de agresividad intrasexual similares desencadenados por ciertos patrones de coloración en la aleta de la cola.
P. ¿Qué amenazas enfrentan hoy los humedales temporales donde vive Moema claudiae, y qué implicaría su desaparición para la biodiversidad de la región?
R. Lamentablemente en la de por sí débil legislación que protege los cuerpos de agua como servidumbres ecológicas, por ahora se excluyen específicamente los cuerpos de agua temporales. Esto significa que si otros ecosistemas acuáticos como arroyos, ríos , lagunas y lagos que están explícitamente protegidos, y aún así están siendo degradados a gran escala porque muy pocos desmontes realmente respetan las restricciones legales, los humedales temporales que son los hábitats de los rivúlidos, no cuentan con absolutamente ninguna medida de protección, o al menos restricción, legal que obligue a su conservación dentro de matrices productivas de agricultura y ganadería.
P. La investigación involucró a varias instituciones y personas. ¿Cómo fue esta colaboración y qué aportes concretos hicieron al redescubrimiento?
R. Desde ya hace varios años el Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado como institución científica autorizada (ICA) está llevando adelante el proyecto de investigación “Rivúlidos de Bolivia”. Este proyecto también cuenta con el apoyo de la Killifish Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Argentina, que estableció una red colaborativa entre investigadores de killis (grupo de peces a los que pertenecen los rivúlidos) a nivel global. Gracias a este apoyo es posible la cooperación en trabajos de investigación y el intercambio de experiencias sobrepasando las fronteras entre los países logrando grandes avances en la generación de conocimiento científico sobre los killis. En Bolivia, gracias a este trabajo conjunto entre el Museo y la Killifish Foundation, entre otras cosas, se ha logrado describir 2 especies nuevas para la ciencia y hacer varios registros nuevos para Bolivia de especies de rivúlidos, además de publicar “Rivúlidos de Bolivia: estado de conocimiento e inventario actualizado”. En el redescubrimiento de Moema claudiae obviamente fue clave la participación de Thomas Litz, especialista en killis reconocido a nivel mundial sobretodo por los enormes aportes que hizo al estado de conocimiento de los rivúlidos en Uruguay y que desde algunos años también nos está ayudando a conocer más sobre nuestros rivúlidos.

P. ¿Qué acciones urgentes considera necesarias para asegurar la protección de esta especie y de los ecosistemas estacionales que la mantienen con vida?
R. Lo más importante y urgente es dar protección legal a humedales temporales con alto valor de conservación para frenar la acelerada pérdida de hábitats que pone en riesgo de extinción no solamente a Moema claudiae, sino a la gran mayoría de las 33 especies de rivúlidos que tenemos actualmente registrados para Bolivia. Específicamente para Moema claudiae es clave lograr que el único hábitat conocido de la especie no sea alterado por actividades humanas y debería verse la posibilidad que establecer un programa de conservación ex situ para garantizar la supervivencia de la especie por si algo sale mal “allá afuera”. También se debería comenzar a vigilar de manera más efectiva actividades de biopiratería y tráfico ilegal de biodiversidad que en el caso de especies en peligro crítico que ya solamente cuentan con una ultima población conocida pueden asestar el golpe final de la extinción.
P. Para quienes nunca han oído hablar de Moema claudiae, ¿cómo describiría a esta especie en términos de apariencia, comportamiento y ciclo de vida, y qué papel cumple en el equilibrio ecológico de los humedales estacionales?
R. Moema claudiae es: Espectacular. Los rivúlidos en general son peces muy especiales, la verdad que es muy difícil describirlos adecuadamente, la última vez que lo intenté se terminó publicando una monografía de como 80 páginas, y me faltó … Si tienen curiosidad y quieren saber más sobre estos peces, pueden acceder gratuitamente a “Rivulidos de Bolivia: Estado de Conocimiento e Inventario Actualizado” en el sitio de la revista Neotropical Hydrobiology & Aquatic Conservation : https://editorial-inia.com/mhac/numero-8/
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Sobre el autor
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Roberto Navia
Desde hace más de dos décadas transita por el mundo para intentar elevar a los anónimos del planeta al foco de lo visible. Sus crónicas emblemáticas: Tribus de la inquisición y Los Colmillos de la Mafia le han permitido ganar dos veces el Premio Rey de España (2014 y 2017); Esclavos Made in Bolivia, el premio Ortega y Gasset (2007); el documental Tribus de la Inquisición, la nominación a los Premios Goya (2018), Flechas contra el Asfalto y Los Piratas de la Madera desangran el Amboró, dos veces ganadores del Premio de Conservación Internacional, entre otros galardones nacionales e internacionales. Es docente universitario de postgrado, la cabeza de la Secretaría de Libertad de Expresión de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz, miembro del Tribunal de Ética de la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).



