– En los últimos años, Bolivia ha estado batiendo récords de pérdida de bosque, especialmente bosque primario. ¿Cuáles considera que son los mayores desafíos en la lucha contra la deforestación y la degradación de los ecosistemas no boscosos en Bolivia?
– El modelo de desarrollo extractivista que es implementado por el gobierno del MAS desde los años 2006, es uno de los mayores causantes para la deforestación, los planes de desarrollo económico PDES que se aprueban cada 5 años, y los 13 pilares de la agenda patriótica de la Bolivia Digna y soberana aprobada en 2013, dan los lineamientos de cómo se va deforestar progresivamente los bosques y para encubrir ello aprobaron la Ley de la Madre Tierra y Ley de Derechos de la Madre Tierra y una serie de medidas conocidas como leyes incendiarias. ¿Como contrarrestar la agenda de gobierno etnocida, biocida, ecocida? Luchando, es la sociedad civil que debe organizarse y obligar al gobierno totalitario del MAS cambiar el modelo de desarrollo
– A lo largo de su trayectoria como activista, dirigente de organización social, y actualmente diputada, usted ha denunciado el racismo profundamente arraigado en los espacios de toma de decisiones en Bolivia. Desde su experiencia, ¿ha habido avances o retrocesos en este tema?
– Las denuncias que hice por racismo y discriminación fueron “Denuncias Públicas”, a nivel nacional e internacional. El racismo es mucho peor, la extinción de los pueblos indígenas por causa del modelo económico es una muestra de racismo, al gobierno no le interesan los indígenas, ha aprobado leyes ecocidas, incendiarias, las mineras tienen toda la autorización para echar mercurio, cianuro y otros químicos a los ríos amazónicos, a ríos altiplánicos, los bosques donde viven los indígenas se convierten en infierno durante 5 a 6 meses al año y acaba con los medios de vida de comunidades indígenas quienes huyen al fuego, eso es una prueba de racismo.
– En reiteradas ocasiones, usted ha indicado que la CONAMAQ y la CIDOB han sido víctimas del gobierno de Evo Morales, perdiendo el respaldo social y la fuerza política que mostraron en conflictos como la VIII Marcha Indígena en defensa del TIPNIS. ¿Cuál es el futuro de estas organizaciones? ¿Y cuál es el futuro del movimiento indígena en Bolivia?
– Siendo que el CONAMAQ y la CIDOB han sido las primeras víctimas del gobierno MASISTA, es difícil predecir su reunificación, actualmente se encuentran partidos en 3, arcistas, evistas y los orgánicos, el gobierno tiene el control total de nuestros pueblos, bajo amenazas, en la amazonia, rodeados de avasalladores, empresarios y narcotraficantes que los controlan, los indígenas no quieren denunciar por miedo, en tierras altas ocurre lo mismo el MAS se ha dedicado a la difamación, a acallar y sindicar a los orgánicos, en esas condiciones está muy difícil recuperar a nuestras organizaciones.
“El caso de los pueblos en situación de extinción, estoy sistematizando estos casos para presentarlos como una denuncia pública a nivel internacional”.
– En algunas ocasiones, usted ha mencionado que Evo Morales fue el primer presidente indígena de Bolivia. En otras, ha indicado que Evo tiene origen indígena, pero utiliza a los pueblos indígenas. Asimismo, ha mencionado en foros internacionales que Marco Pumari o César Apaza son indígenas. Sin embargo, ni Marco ni César representan organizaciones sociales indígenas, e incluso Evo ha indicado que no es indígena, aunque así lo perciban fuera del país. En este contexto, ¿qué significa en 2024 ser un dirigente indígena en Bolivia?
– Evo dice ser indígena, claro, proviene de una región de Oruro que es Jach’a Carangas y es una nación ancestral, lo mismo diría de Cesar y Marco Pumari, tienen raíces indígenas, en esta parte los derechos de los pueblos indígenas reconocen el derecho a la autoidentificación, pero también señala los que se autoidentifican indígenas deben de tener un vínculo con su pueblo, es decir, los pueblos indígenas están dejando pasar muchas cosas, cualquiera se autoidentifica indígena solo para aprovecharse de un espacio, de una representación como lo hace Evo, las personas indígenas mínimamente deberían, deben de tener vínculos con su pueblo y practicar normas de sus pueblos sobre todo aquello que tienen que ver con su existencia, la identidad, el territorio y la libre determinación.
– En los últimos años, en su rol como diputada, la hemos visto trabajar en pro de los bosques y los pueblos indígenas en varios casos. ¿Podría compartir algún caso concreto que permita entender mejor los logros alcanzados y los desafíos que enfrenta en su trabajo legislativo?
– El caso de los pueblos en situación de extinción, pueblo Uru Murato, Esse Ejja, Whennayek, Tawa, etc. estoy sistematizando estos casos para presentarlos al país y a nivel internacional como una denuncia pública de todo lo que está pasando en Bolivia con los pueblos indígenas, tiene que ver con el despojo de territorio, peligro de extinción, abuso, etc.
– ¿Cómo evalúa el impacto de las políticas gubernamentales actuales en la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad en Bolivia? ¿Y de forma más general la relación entre el desarrollo económico y la conservación ambiental en Bolivia?
– Las políticas están orientadas a la devastación de la naturaleza, el gobierno centraliza todo lo que tiene que ver con los recursos para prevención, protección, reparación, remediación ambiental, no destina recursos, un médico es viceministro de defensa civil que se ocupa de todo, el cambio climático afecta, se tiene una Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, no se sabe qué hace, es de pollera y viene de las organizaciones interculturales, al gobierno totalitario no le interesa la conservación de los recursos naturales, donde mires, donde vayas minería ilegal, incendio, narcotráfico, agroindustria, avasallamientos, ríos envenenados, tierras contaminadas, el gobierno está destruyendo la naturaleza en complicidad de las autoridades de justicia, y otros actores.
– En estos últimos años hemos visto en varias ocasiones como dirigentas han encabezado movimientos de resistencia frente al Estado y grandes empresas, como en el caso de Tariquia frente a los hidrocarburos y Ayllu Acre Antequera frente a una minera. Sin querer romantizar esos casos, ¿Cuál es su visión sobre el papel de las mujeres indígenas en la defensa de los derechos ambientales y territoriales?
– Las mujeres están haciendo resistencia, pero no sabemos cuánto más van a resistir, las de Antequera prácticamente han sido expulsadas de su comunidad por los mineros, 6 mujeres más sus niños no han retornado hasta hoy a sus comunidades, hemos presentado denuncia a la defensoría del pueblo, pero no hace nada, jueces, fiscales, defensoría del pueblo, policía, ministerio de Minería y reparticiones, así como Ministerio de Medio Ambiente hacen un consorcio para defender las actividades mineras ya sean legales o ilegales, es un monstruo al que se enfrentan las mujeres, la solución está lejos, la lucha es eterno, porque los países industrializados están aumentando sus demandas de minerales y para el gobierno lo más fácil es la continuidad del saqueo de recursos naturales.
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Perfil:
Toribia Lero Quispe es diputada indígena de la nación “Sura”, representa al departamento de Cochabamba, y es experta en Derecho de los Pueblos Indígenas, Incidencia política y fortalecimiento de la democracia en Bolivia.
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Sobre el autor
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Stasiek Czaplicki
Economista ambiental especializado en cadenas de valor agropecuarias y forestales, con más de 10 años de experiencia. Investigador y activista boliviano enfocado en deforestación y en investigación corporativa y financiera. Cuenta con una amplia trayectoria en ONG nacionales e internacionales, organismos multilaterales y think tanks globales (WWF, FAO, Climate Focus, Oxfam, CIPCA). Actualmente forma parte del equipo de Revista Nómadas donde además de realizar investigaciones periodísticas, ejerce como gerente de proyectos y asesor técnico. Stasiek Czaplicki, junto a Iván Paredes, ha sido galardonado con el Premio al Periodismo de Investigación Franz Tamayo 2024 por el reportaje Bolivia no se baja del podio de países que más monte pierden en el mundo, en el que abordó la alarmante pérdida de bosques en Bolivia durante el 2023.