Este episodio sucedió en un páramo desconocido de una tierra hostil pero fértil, es tan antiguo y remoto que ha sido sepultado por los milenios, es demasiado distante para ser recordado, es demasiado antiguo para que haya sido registrado y nuestros antepasados eran demasiado precarios para comprender el fenómeno de la naturaleza que se rendía a nuestros pies. En ese entonces éramos una especie novísima, acabábamos de soltar el cordón umbilical que nos unía a nuestro paraíso arbóreo, en nuestra condición homínida somos presas por naturaleza y recolectores por supervivencia, es momento de tirar los dados y contener el aliento esperando tener un siete en el corazón para no engrosar la extensa lista de las especies extintas.
Con la nave de la imaginación viajemos al Creciente Fértil, en algún lugar desconocido están reunidos nuestros ancestros.
Con la nave de la imaginación viajemos al Creciente Fértil, en algún lugar desconocido están reunidos nuestros ancestros, unos se encuentras absortos y otros maravillados por el éxtasis y la locura que se ha apoderado de uno de los suyos, producto de esa sensación de miedo y amor a lo inmaterial, comienza a germinar en nuestras mentes y corazones los primeros atisbos religiosos de nuestra civilización.
Días antes del suceso; nuestro personaje es un gran agricultor curioso y explorador, lo sabemos porque llevamos su sangre en nuestras venas, ha dado con un viñedo salvaje y hábilmente ha cosechado tanta fruta que ha devorado la misma hasta empacharse, pero sin poder dar fin a su botín, por lo que se ha abastecido para las siguientes jornadas y ha puesto su cosecha a buen recaudo de otras tripas hambrientas y sedientas de su cosecha, no vaya a ser que llueva y tenga que permanecer refugiado del temporal hasta pueda salir de nuevo a buscar su sustento, a partir de allí solo sabemos que las uvas estuvieron almacenadas en algún recipiente y que por aplastamiento y por su mal manipuleo dejaron escurrir el néctar que albergan en su interior.
Luego de varios días hace nuevamente su puesta en escena antepasado, accede a su reserva de nutrientes y muy probablemente, por hambre, comió la uva en proceso de descomposición, seguidamente observó que el jugo acumulado en el recipiente espumeaba, pero también había sed en las filas, y qué más daba si espumeaba, había muchas otras formas de morir allí afuera, aplicó el principio de que, si no te mata, te hace más fuerte, y adentro.
EL autor de esta crónica, en Madrid.
Al cabo de unos minutos sentía que desfallecía, se sentía en tránsito entre el mundo material y el mundo inmaterial, en una dimensión desconocida, si…, si…, tiene la sensación de que camina sobre las nubes, puede sentir a los dioses y estos le hablan en un lenguaje celestial pero incompresible, definitivamente ese brebaje mágico es su regalo, es su forma de demostrarnos su amor.
El idílico momento que les comento pertenece a los oscuros callejones de la historia, no podemos juzgar a nuestros antepasados por no dar testimonio de los hechos, hablamos de la historia de las bebidas alcohólicas y ésta, generalmente, se desarrolla en bodegas, bares y cantinas, lugares donde la gente suele olvidar las cosas.
Al día de hoy sabemos que nuestro abuelo o abuela duerme el sueño eterno con la pálida dama custodiado por el Éufrates, el Nilo y el Tigris, desconocemos si tuvo una vida plena y feliz, pero estamos seguros de que ese día fue feliz.
De los enemigos invisibles
Durante una eternidad, como civilización desconocíamos el mundo unicelular, por lo tanto, éramos ajenos a la existencia de virus y bacterias, en resumidas cuentas, no sabíamos ¿porque un agua podía matar y otra no?, algo en lo que el vino nos protege, ya que es literalmente jugo de uva fermentado, amén de que contiene alcohol, un enemigo de nuestros enemigos, y ya conocemos la máxima de que; ¡enemigo de mi enemigo es mi amigo!, es de esta manera que inconscientemente pero guiados por la sabiduría popular, iniciamos la batalla biológica contra algunos elementos patógenos. No hay mucho misterio, la empiría puso de manifiesto que los que bebían vino y cerveza (este último fermento es literalmente harina de otro costal), no se enfermaban o se enfermaban menos, y como somos animales de costumbres, siempre los fenómenos a cuestiones metafísicas, hoy inclusive, pero seamos honestos, un mundo 100% racional sería muy aburrido.
Mi decálogo cronológico del vino
1) Más que beber el vino, lo masculla mientras observa al abrigo de la noche y en una distancia prudente…, una inmensa Pira Funeraria, los enemigos que juró destruir honran a sus caídos en la batalla de Zama, maldice una y mil veces contra Baal…, no entiende por qué que le ha abandonado, ha sido derrotado por un joven general, mismo que irónicamente ha usado sus propias estrategias contra el ejército que él como general de generales comandaba, ¡el alumno ha superado al maestro!, no lo sabe, pero tiene un consuelo, su nombre bastará para aterrorizar a los niños durante siglos. Tampoco occidente lo sabe, pero el destino en un juego de azar al mejor estilo de cara o cruz, ha dado a su favor.
2)En una ciudad del Peloponeso que le rinde culto a la diosa de la sabiduría, un joven de anchas espaldas bebe vino en una festividad mientras observa impresionado a un extraño personaje que gracias a sus complejas reflexiones persuade a un dubitativo interlocutor de que él es el más hermoso de los ciudadanos. Ellos no lo saben, pero la humanidad celebrará esa amistad en la posteridad. La cicuta cegará la vida de ese viejo sabio, momento que será inmortalizado en el Mito de la Caverna.
3)Convirtió el agua en vino, nadie lo sabe, pero el mundo espiritual nunca más será el mismo.
4) Sirvió vino y lo repartió entre sus 12 más allegados, uno de ellos le traicionará horas más tarde, nadie lo sabe, pero la historia está a punto de partirse en dos.
5) Intentó trasladar la santa sede a Francia, nace una gran bodega y deja al desnudo la decadencia de la curia.
6) Un navegante genovés provoca el choche fatídico de dos civilizaciones, ha traído nuevos reyes y una religión extranjera con la que ha llegado la diócesis, nadie los sabe, pero ha nacido el viñedo del nuevo mundo.
7) Indagando sobre aquellos enemigos íntimos que durante milenios hemos combatido inconscientemente con el vino y la cerveza, nace la pasteurización, nadie lo sabe, pero el potencial de guarda del vino ha cambiado para siempre. 8) La línea Maginot es una quimera, unos pocos venderán caro el cuero para que Dunkerque sea una gota de esperanza, los afortunados irán al exilio, la mayoría abdicará y unos pocos valientes formarán la resistencia, ellos sí lo saben, en el botín de guerra de un abstemio, serán saqueados sus vinos, ¡qué ironía!
9) Maldito mayo de París mascullarán muchos, no el de la revolución, sino el de 1976, los vinos californianos han dejado momentáneamente al rey sin corona, nadie lo sabe, pero se ha roto el paradigma de que “solo en suelo francés se pueden hacer grandes vinos”.
10) Iba en búsqueda de Picazo, Dalí, la Maja de Goya, Velázquez, Lorca, Ortega y Gasset…, francamente no lo sé, son muchos los que ha parido la península, lo cierto es que la noche vieja esperaba a la vuelta de la esquina mientras los Flaps y Slats estaban abajo en un sobrevuelo por una metrópolis cubierta de nieve, yo no lo sabía, pero siempre habría un fugitivo que naufragaría en Madrid. Allí, hace más de 20 años nació esta crónica, querido lector. *Romano Paz
M.Sc en Dirección de Marketing, Politólogo, Catedrático de Post-grado y Pre-grado, Cronista, Columnista, Lector, Ecléctico, Enófilo, Sommelier y otras cosas.