El Gobierno de Suriname aprobó la llegada de 50 familias para un proyecto agrícola que arranca con 30 mil hectáreas (dos veces la tasa de deforestación anual de Suriname) y se proyecta hasta las 300 mil, según Terra Invest, la empresa encargada de llevar a los menonitas desde Bolivia. Indígenas de Suriname cuestionan la concesión de terrenos a extranjeros, mientras ellos llevan décadas reclamando que el Estado reconozca sus derechos sobre la tierra.
Adrián Barbero, socio de Terra Invest, la empresa que lleva a los menonitas de Bolivia a Suriname, admite que, si los menonitas piensan hacer lo que quieran, habrá una “deforestación desmedida”, en un país que no está acostumbrado a eso. Además de que “el impacto será muy fuerte”, pero que no están en lugares donde pueda haber problemas con los indígenas. Sin embargo, asegura que en las tierras que su empresa transfiera a los menonitas, solo permitirá deforestar el 50%. Barbero también afirma que tiene anotadas las cantidades de tierra que precisan los menonitas de Bolivia y asegura que suman más de un millón de hectáreas.
Expertos en tema ambiental advierten el riesgo de desencadenar una deforestación masiva en Suriname, el país del mundo con mayor porcentaje de bosque en su territorio: 92,6%. Alertan que la cultura expansiva de los menonitas y su incidencia en la deforestación en los países donde habitan, atentan contra el bosque virgen en Suriname.