Mariana Da Silva siempre supo que quería trabajar con felinos. El destino, la pasión y el esfuerzo la llevaron al jaguar. Desde pequeña ha estado intrigada por la naturaleza, queriendo entenderla y adquirir herramientas para tener un rol activo en conservarla. Hoy, con solo 39 años, es Coordinadora de Combate al Tráfico de Fauna Silvestre en Wildlife Conservation Society-Bolivia (WCS).
Para Mariana, las huellas de jaguar son un indicio que el jaguar sigue aun en los bosques. / Foto: Archivo de Mariana Da Silva.
Su primer “encuentro” con el jaguar fue en la Estación Biológica del Beni, cuando todavía era estudiante. Después de ver sus huellas frescas grabadas en la tierra, minutos después lo vio a través de sus oídos:
—Lo escuchamos bramar en la espesura del bosque.
Un sonido inolvidable que la marcó en extremo y sintió el compromiso de defender la voz del jaguar para asegurar que sigamos escuchándolo para siempre.
—Cada vez que veo sus huellas me emociono, igual que esa primera vez, porque es un indicio de que aún sigue en nuestros bosques.
Bióloga con maestría en Biodiversidad, Conservación y Gestión en la Universidad de Oxford (Inglaterra), ha elegido la conservación y sostenibilidad como estilo de vida, por lo que trata de reducir su impacto personal sobre la naturaleza en su día a día.
—Fui vegetariana por 16 años y voy seis años vegana—, comenta Mariana, que para ella es un compromiso personal importante concientizar y generar cambio de comportamiento “…sobre el enorme impacto del consumo de carne y otros derivados de animales en la actual crisis climática, de biodiversidad y en la reducción de las poblaciones de jaguar…”
Para Mariana, es un honor formar parte de la familia WCS-Bolivia desde 2015 hasta el presente (de 2016 a 2018, tuvo una pausa para su maestría), un espacio de trabajo que le permite investigar de primera mano la situación del tráfico de jaguar, una especie focal para la ONG, la cual trabaja entre muchas otras labores, para combatir el tráfico de fauna regionalmente. Las investigaciones que ha realizado con el equipo liderado en su mayoría por mujeres han dado luz a respuestas sobre la dinámica del tráfico ilegal de jaguares. De acuerdo a datos oficiales de la WCS, de 2014 a 2020, desde Bolivia se han incautado partes equivalentes a 202 jaguares. 202 felinos que han sido asesinados por su belleza. Un número que Mariana —comenta— “puede ser muchísimo más grande considerando que solo se refleja lo que se detectó. A pesar de que no existen muchos estudios sobre los consumidores de partes de jaguar en Asia, la escasa evidencia sugiere que la demanda puede estar relacionada con la subcultura china del wenwan, que significa “juguetes de cultura o sofisticación”, usando las partes como objetos de colección que reflejan el estatus de su propietario.
Inicialmente se asumió que las partes de jaguar se usaban en medicina tradicional china como con otros felinos, pero Mariana nos dice que no hay suficientes pruebas para afirmar que éste sea su uso principal. También recalca que enfocar el problema únicamente hacia la gente de origen o ascendencia china distrae y simplifica un tema muy complejo, y puede generar actitudes xenófobas, ya que en la dinámica de este crimen ambiental hay gente de muchas nacionalidades, existen bolivianos involucrados en el tráfico de vida silvestre, como también conservacionistas chinos combatiendo este crimen.
Dientes de jaguar incautados en el caso “Colmillos de Jaguar”, donde se encontraron 185 colmillos, muchos listos para joyería. / Foto: Lisa Corti.
En uno de los últimos estudios publicados el 10 de noviembre de 2022, titulado Resumen de investigación multilingüe y multiplataforma del comercio en línea de partes de jaguar, la WCS revela que el comercio ilegal en línea de partes de jaguares se encuentra disponible abiertamente en varios países, entre ellos Bolivia. Y es que el tráfico de fauna no es un crimen pequeño, y lo que sale en las redes es solo un diminuto pedazo del rompecabezas de la oferta y demanda de partes de jaguar en el mundo. Mariana comenta que investigar y revelar cómo funciona este crimen organizado puede prevenir que el tráfico lleve al jaguar a la extinción.
En uno de los últimos estudios, la WCS revela que el comercio ilegal en línea de partes de jaguares se encuentra disponible abiertamente en varios países, entre ellos Bolivia.
Y es que las poblaciones de jaguares están disminuyendo en toda América, su distribución original se ha reducido en un 50%, es decir, que están solo en la mitad de las áreas donde antes se encontraban.
—Es urgente que protejamos los jaguares que quedan y a su hábitat para revertir esta tendencia, advierte Mariana y enfatiza que es fundamental continuar monitoreando las poblaciones de jaguares en Bolivia, para entender como están respondiendo a las distintas amenazas y “actuar en base a evidencia”. Uno de los trabajos más importantes es también investigar aspectos como las tasas de detección de tráfico de fauna en puntos clave como aeropuertos o terminales, y darle mayor prioridad desde las instituciones gubernamentales al tema. Y es que la coordinación interinstitucional permite un trabajo más integral, es por eso que desde WCS-Bolivia se han apoyado diversas iniciativas, incluyendo la publicación del Plan de Acción por la Conservación del Jaguar en Bolivia, que marca el rumbo para conservar el jaguar en los siguientes cinco años; un trabajo realizado con apoyo de varios investigadores y entidades gubernamentales.
Mariana observa, que si continua la situación de alarmante deforestación y crímenes ambientales, el futuro del jaguar no va a ser muy alentador. Sabe también que nuestro propio futuro está en juego, ya que los bosques nos ayudan a mitigar la actual crisis climática. En un campo mayoritariamente liderado por hombres, reconoce el trabajo colaborativo que realizan con varias mujeres líderes de organizaciones indígenas, autoridades nacionales, y mujeres diversas que están comprometidas con la conservación del jaguar y el futuro del planeta; para ella esta participación y visibilidad de mujeres liderando la conservación del jaguar puede inspirar a muchas niñas a dedicarse a la ciencia, a la conservación de la naturaleza y convertirse en lideres en estos y otros campos. Le alegra ver que las voces jóvenes son cada vez más diversas, y no solo se visibilizan jóvenes del Norte global como Greta Thunberg, sino también voces latinoamericanas, africanas, asiáticas, e indígenas. Sabe que desde la educación temprana es posible eliminar la creencia de que los animales silvestres son mercancía.
Pieles de jaguar se muestran en una tienda de lujo de Santa Cruz, a pesar de ser un delito. / Foto: Lisa Corti.
En un mundo ideal para Mariana, el jaguar se respetaría en sí mismo, reconociendo que tiene el mismo valor a existir que las personas, y el tráfico se consideraría un crimen serio con sanciones fuertes y eficaz aplicación de la ley. Mariana tiene muchos sueños para el jaguar; sueña que pueda caminar tranquilo en los bosques, pampas y otros hábitats que ocupa, por muchos siglos más, sin miedo a las armas y trampas de los humanos; sueña que el felino que tanto ama pueda retornar a los bosques restaurados que se habían destruido, y que tenga abundantes presas naturales como fue alguna vez; sueña que el jaguar se pueda tomar una siesta tranquilo, sin miedo a que venga un humano a quitarle sus cachorros o matarlo por sus partes corporales; es por eso que sueña y trabaja para que los humanos sepan que es posible coexistir con jaguares.
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Esta crónica forma parte del proyecto periodístico “Mujeres Jaguar: ellas entregan su vida para que el gran felino de América no desaparezca”.
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