Recientemente salió a la luz la noticia en la que una ex trabajadora de la red social Facebook, que trabajaba en integridad cívica en la empresa, hizo varias denuncias, pero entre éstas hubo una que principalmente llamó mi atención: riesgos de desinformación y polarización. ¿Qué quiere decir esto? que Facebook no solo sabe que el discurso de odio y la información errónea están teniendo un impacto social, sino que los está promoviendo.
Por todas partes podemos ver temas totalmente polarizados: las medias tintas parecieran no existir. Ahora, si no estás a favor de una postura estás en contra. Suena obvio, pero no lo es. Los grises existen y en muchísimos tonos, las personas no tenemos opiniones absolutas, como las verdades tampoco lo son, porque todo depende de la perspectiva desde la que se miren las cosas, las vivencias personales de cada individuo y un sinnúmero de factores que pueden hacer que para unos el negro no sea negro, que para algunos tal vez sea gris oscuro y para otros incluso blanco ¡sí, blanco!
Pero ya está todo el vecindario dividido y agrupado en bandos. No todos ven blanco o negro, a excepción de dos personas, pero todos se identifican con el que ve el color más parecido al que ellos ven.
¿Y cómo alguien vería como blanco algo que es negro? Pues, y qué tal que tenemos delante un objeto, digamos un cubo, que cada cara tiene un color distinto. Si yo estoy sentada del lado que tiene la cara negra, para mí el cubo es negro. Pero mi vecino ve la cara gris, entonces para él es un cubo gris. Sin embargo, mi otro vecino está frente a la cara blanca, pues lógicamente para él el cubo es blanco. Resulta que un día nos sentamos a conversar sobre el cubo y yo empiezo diciendo que el cubo negro no me gusta porque es muy oscuro, entonces mi vecino que lo ve gris me dice que no es tan oscuro, que no exagere. Ahí tenemos al vecino que ve la cara blanca mirándonos con espanto preguntándonos a ambos si estamos locos o ciegos, ¡porque el cubo es blanco, tan blanco y perfecto!
Y de repente llegan los demás, que tienen otros puntos de vista y los que ven los tonos claros se van con el que ve blanco ¡porque el cubo es blanco, o un tono de blanco! Y los que ven cubos grises oscuros se van con el negro ¡porque el cubo es negro, o un tono de negro! Lógicamente habrá algunos que tengan acceso a una vista hacia tonos que no son ni muy claros, ni muy oscuros, esos se quedarán pensando que, pues claramente, no es negro ni blanco ¡es gris!, y muy probablemente traten de disuadir a ambos bandos, diciendo que es un gris. Los bandos negro y blanco dirán que los grises son unos tibios que no se animan a decir lo que realmente piensan.
Pero nadie tiene el cuidado de ir a mirar desde la ventana del vecino para tratar de entenderlo, aunque lleva años conociéndolo y nunca le pareció que estuviera tan loco… Pero ya está todo el vecindario dividido y agrupado en bandos. No todos ven blanco o negro, a excepción de dos personas, pero todos se identifican con el que ve el color más parecido al que ellos ven.
¿Quién no ha visto esta situación en las redes? En mi caso, yo veo temas aborto contra pro vida; familia natural – adopción en parejas del mismo género; y son temas con los que normalmente no me metería y en los que no creo que haya una sola posición que sea correcta, pero he sido testigo de peleas encarnizadas con insultos de todo tipo de ida y vuelta, y opiniones tan radicales que asustan. Lo más increíble de todo es que nada de eso está censurado. ¿Por qué? Pues porque esto de las redes es un negocio. Minuto que estamos ahí, minuto que las cajas registradoras de sus propietarios suenan, y han descubierto que ponernos en bando ¡genera ingresos!
Resulta que un día nos sentamos a conversar sobre el cubo y yo empiezo diciendo que el cubo negro no me gusta porque es muy oscuro, entonces mi vecino que lo ve gris me dice que no es tan oscuro, que no exagere.
Así es. Cuando Usted y yo vestimos la camiseta de un bando (de lo que sea) y vamos cuales heroicos espadachines sableando a quien ose a opinar distinto, queriendo convencer al mundo que nuestra verdad es la única y absoluta, estas redes nos van a mostrar cada vez más contenidos que provoquen nuestras reacciones, sobre todo esas que sacan a flote sentimientos viscerales que son las más difíciles de controlar, y que por lo tanto nos harán permanecer más tiempo conectados a la red mientras sus cajas registradoras suenan.
Señoras y señores, bienvenidos a, tal vez, una de las verdades absolutas: usted no está usando una red social para expresarse, usted está siendo usado por una red social para generarle ingresos. Usted está siendo manipulado para permanecer atado y para que cada vez le sea más difícil dejar de dar “clic”.
Un consejo: elija bien las batallas que quiere pelear y deje de trabajar para Mark.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Nómadas.
Sobre el autor
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María Yandery Kempff I
Bióloga boliviana con interés particular en etología de la fauna humana. Ex Directora de Recursos Naturales de la Gobernación de Santa Cruz. Master en gestión, eficiencia y generación de energía en la empresa. Escritora aficionada.