Marcos Uzquiano se hizo la promesa para sí mismo, de proteger a los jaguares, antes de que sea demasiado tarde para salvarlos. Él considera a los jaguares su familia, y sabe por su experiencia como guardaparque, que el felino con la mordida más poderosa de todas, ya no vive tranquilo, que las mafias internacionales le han echado el ojo y los buscan, en las profundidades de la selva boliviana para arrancarle sus colmillos más grandes después de matarlos a balazos. Apuntados por comerciantes como sustitutos de partes de tigre asiático —especie al borde de la extinción— los jaguares ahora están siendo traficados para suplir una demanda consumista hambrienta por dientes. ¿Pero, la gran duda es por qué colmillos?
El tráfico de colmillos de felinos va en aumento.
El documental Tigre Gente que investiga el tráfico de jaguares de Bolivia a China, llega a cines bolivianos este 27 de abril, y espera, que con esta producción, toda Bolivia se entere de lo que está pasando con este felino y sus colmillos, y que cuando salga a la pantalla grande y la chica por el canal National Geographic Latinoamérica, logre despertar en la sociedad, un movimiento cultural que promueva la conservación del jaguar como un icono de la belleza cultural, una especie con un valor ecológico irremplazable y un sentimiento de orgullo de la humanidad hacia el gato mayor, el rey de la selva americana.
Con una mirada íntima, cruda y sensible, el documental te lleva viajando por momentos a Bolivia y otros a la boca del dragón, en China, donde de acuerdo a diversas investigaciones, anida la demanda de partes de jaguar. Con dos protagonistas, uno en Bolivia –el guardaparque Marcos Uzquiano–, y otro en Hong Kong –la periodista Laurel Chor– el largometraje logra darnos un pantallazo al crimen internacional que amenaza el futuro del jaguar y con ello, el equilibrio del ecosistema.
Marcos Uzquiano -a la derecha- investiga los casos de trafico de partes de jaguar.
En el Parque Nacional Madidi (PN-ANMI), Marcos descubre a través de rumores que ciudadanos chinos están pagando a locales por colmillos de jaguar —localmente llamado tigre— y lleva años rastreando junto a todo el equipo de guardaparques este crimen, decidido a ponerle un alto antes de que sigan matando a más de sus hermanos, como describe a los jaguares, que lo han acompañado en su territorio desde niño cuando crecía en San Buenaventura dentro del Madidi. Su investigación lo llevó en 2018 a la mayor incautación de partes de jaguar —185 colmillos y otros animales silvestres— en la historia del tráfico de vida silvestre en Bolivia, un caso que confirmó en todo el continente lo que muchos temían: una mafia internacional se encuentra en los bosques tras el jaguar, y lo quieren a pedazos.
No se sabe cuántos jaguares son asesinados a causa de este crimen clandestino.
Mientras Marcos investiga la red clandestina que impulsa con promesas de dinero la muerte de este felino, la periodista Laurel Chor investiga la venta y demanda de dientes de jaguar en China y Myanmar, y las creencias culturales de quienes compran esos productos. Sus investigaciones la llevan a explorar las causas y contradicciones de tradiciones chinas generacionales que promueven el uso —sin sustento científico— de partes de animales silvestres, que está llevando a muchas de estas especies a la extinción.
Laurel Chor junto a su madre conversando sobre tráfico de vida silvestre.
Tigre Gente es la ópera prima de la directora Elizabeth Unger, joven documentalista que en 2015 escuchó sobre este nuevo formato de tráfico de jaguares que estaba surgiendo en Latinoamérica, y desde ese momento no ha parado en su odisea por hacer el largometraje realidad. Mas que enfocarse en el “quien” y “cómo” del tráfico ilegal de vida silvestre, su mirada explora el “por qué” y nos presenta un retrato íntimo de los protagonistas, de sus sueños, de sus miedos, y batallas por conocer y detener el comercio de jaguares desde la raíz. Elizabeth, espera que el documental ayude a batallar las misconcepciones sobre las personas chinas, y otorgue a las audiencias una mejor comprensión de la cultura y tradición en lo que respecta al consumismo de vida silvestre.
La concientización a la ciudadanía china también busca ser parte de la solución.
La campaña de impacto del documental no termina en los cines, también se mueve a las comunidades rurales, con una serie de proyecciones en zonas donde enfrentan altos niveles de conflicto entre humanos y jaguares y caza furtiva. También busca generar debates entre organizaciones locales de vida silvestre y activistas. El otro lado de la campaña también involucrará a las comunidades chinas en América Latina, a través de las redes sociales y eventos en persona, todos dirigidos por un productor de impacto chino. Busca a través de esto generar espacios de diálogo para poder encontrar una solución juntos.
Con la misión clara, Tigre Gente aborda el delicado problema del consumo ilegal de vida silvestre, las escasas herramientas de los guardaparques que dan su vida por los bosques de Bolivia, y el conflicto cultural que viene de este crimen internacional. Luego de ver el largometraje, el equipo detrás de esta producción espera convencer al público que el jaguar es una especie crítica para salvar.
El documental llega a los cines bolivianos por tiempo limitado.
Para conocer más detalles de próximos estrenos visitar la página www.tigregente.com.