
Desde la comunidad Montegrande del Apere (Beni), Mercedes Viri ejerce como capitana grande, un cargo que combina autoridad, servicio y responsabilidad en el Gobierno Autónomo del Territorio Indígena Multiétnico (TIM). Su voz refleja la vida cotidiana de las familias indígenas: el trabajo en los chacos, la protección del bosque, la crianza de los hijos y la lucha por mejores oportunidades. Con firmeza y sencillez, la lideresa trinitaria habla de los sueños de las mujeres, de la fuerza de Loma Santa como símbolo de resistencia y del valor de vivir libres en una tierra que sus ancestros defendieron durante generaciones.
– Mercedes, ¿cuál es el rol principal de su cargo?
– Es un cargo con bastante responsabilidad, porque está ligado al bienestar de la comunidad. La capitana grande hace las veces de corregidora cuando el corregidor no está. Y cuando él está, trabajamos de manera coordinada para organizar y llevar adelante las actividades de la comunidad.
– Estamos en un lugar hermoso. ¿Cómo es vivir aquí?
– Se vive una felicidad total. Vivimos libres, podemos cultivar y alimentarnos de los productos de nuestra tierra. Sembramos arroz, yuca, plátano, camote, además de cítricos como pomelo, naranja y mandarina. También tenemos cacao.
– ¿Han enfrentado problemas con la producción agrícola?
– Sí, este año sufrimos mucho por las lluvias. La tierra aquí es negra y retiene la humedad. Luego, cuando sale el sol, se calienta demasiado y eso hace que se pudran las raíces, sobre todo de la yuca y el plátano. Muchas comunidades fueron afectadas.
– ¿Y cómo cuidan el bosque?
– Hacemos chacos pequeños, solo lo necesario para sustentar a la familia. Cuando se quema, se limpia alrededor y se hacen callejones para que el fuego no se salga de control. Así evitamos que el bosque se dañe.
– ¿Qué significa para ustedes que Loma Santa se haya convertido en un área protegida?
– Es un sueño hecho realidad. Nuestros ancestros, nuestros padres y abuelos lucharon mucho por esto, pensando en el bienestar de las nuevas generaciones. Es un momento histórico que debemos transmitir a nuestros hijos para que lo conserven.

– ¿Qué simboliza Loma Santa?
– Es una historia que viene desde hace muchos años. Conservamos ese nombre como símbolo de la naturaleza rica que tenemos. Es un lugar lleno de vegetación y vida, un legado que debemos valorar.
– Usted habla de la felicidad. ¿Qué significa vivir felices aquí?
– Podemos vivir sin presiones, caminar sin miedo a ser asaltados o a perder nuestras tierras. Eso es felicidad: vivir tranquilos, rodeados de naturaleza, y enseñar a nuestros hijos a respetarla.
– ¿Cómo es un día en la comunidad de Monte Grande?
– Algunos días nos dedicamos a la agricultura. Nos dedicamos al chaco y a las huertas para tener alimento. También, a veces, trabajamos en estancias para cubrir gastos, sobre todo cuando los hijos estudian en la universidad.
– ¿Les afecta la subida de los precios de los alimentos y otros productos en el país?
– Sí, mucho. Por ejemplo, vendemos toronja o pomelo a precios muy bajos, que no alcanzan para cubrir los gastos, mientras que todo lo demás sube: aceite, azúcar, útiles escolares. Eso se siente bastante.
– ¿Cuántos hijos tiene?
– Cuatro. Dos de ellos ya están en la universidad: una estudia mecánica dental en Santa Cruz y otro, veterinaria en Trinidad.
– ¿Qué etnia representa usted?
– Soy trinitaria. En la comunidad convivimos diferentes pueblos: chimán, yuracaré, mojeño, y vivimos en confraternidad, apoyándonos mutuamente.
– ¿Cuál es el rol de las mujeres en el liderazgo?
– Las mujeres siempre hemos estado al lado de los varones, luchando por el bienestar del territorio. Hoy tenemos más participación. Antes eran muy pocas las capitanas grandes mujeres, ahora también se nos da la oportunidad. Mi sueño es seguir ese camino, ser una gran líder que aporte al territorio.
– ¿Qué limitaciones enfrentan las mujeres para liderar?
– A veces el estudio. Nos falta más formación, pero tenemos la voluntad y el deseo de aprender poco a poco para cumplir nuestros sueños como lideresas.
– ¿Cómo está organizado el Gobierno Autónomo del TIM?
– La máxima autoridad es el cacique. Luego vienen los consejeros y los asambleístas, que representan a las cinco etnias del territorio. También está la subcentral de Cabildos que coordina las gestiones. En cada comunidad hay corregidores y capitanes grandes, y las mujeres también tenemos nuestra propia organización.
– ¿Cómo se siente usted al formar parte de esta organización?
– Muy orgullosa. Es una satisfacción ver los logros que alcanzamos gracias a la coordinación de nuestras autoridades. Para mí es un honor recibirlos aquí y mostrarles cómo vivimos.
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Sobre el autor
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Roberto Navia
Desde hace más de dos décadas transita por el mundo para intentar elevar a los anónimos del planeta al foco de lo visible. Sus crónicas emblemáticas: Tribus de la inquisición y Los Colmillos de la Mafia le han permitido ganar dos veces el Premio Rey de España (2014 y 2017); Esclavos Made in Bolivia, el premio Ortega y Gasset (2007); el documental Tribus de la Inquisición, la nominación a los Premios Goya (2018), Flechas contra el Asfalto y Los Piratas de la Madera desangran el Amboró, dos veces ganadores del Premio de Conservación Internacional, entre otros galardones nacionales e internacionales. Es docente universitario de postgrado, la cabeza de la Secretaría de Libertad de Expresión de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz, miembro del Tribunal de Ética de la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).