
Los indígenas chiquitanos y guarasugwés, ya no duermen ni comen tranquilos. Vivir en este Edén que tiene la categoría de área protegida, se ha convertido en un infierno a causa de la deforestación ilegal y los avasallamientos. Lo que pierden los dueños de la selva es un dolor silencioso.
El Informe Planeta Vivo 2022 que presentó la WWF, revela que el mundo enfrenta una doble emergencia inducida por el hombre: la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Jordi Surkin, director de Conservación para WWF Bolivia, hace una lectura sobre este panorama preocupante, pero profesa su apego a la esperanza, ahora que aún hay tiempo y oportunidad para tomar acciones urgentes.
No existe poder humano ni legal que detenga la deforestación ilegal perpetrada dentro de Área Protegida Municipal del Bajo Paraguá. El director de la ABT dice que se está exagerando con las denuncias de los desmontes, el alcalde de San Ignacio no asume la defensa de lo que por ley está obligado y el Gobernador de Santa Cruz acudió al epicentro del ecocidio, pero tras que dejó el lugar, los avasalladores continuaron con su destrucción. Revista Nómadas no pierde la mirada en este pulmón de Bolivia.
El fuego ha sido controlado, pero las brazas todavía pueden despertar. Los vecinos de Porvenir también ayudan.
El fuego golpea al Patrimonio de la Humanidad, que cada día que pasa pierde una riqueza natural enorme.
Bolivia y Paraguay se unen para consolidar un corredor biológico de 20 millones de hectáreas único en el mundo, ubicado mayormente en el Gran Chaco Sudamericano, el segundo de mayor tamaño después de la Amazonía.
De nada le ha valido ser un área protegida y sitio RAMSAR de interés mundial. La laguna boliviana, de más de 5.000 hectáreas, se ha convertido en un panteón de tierra seca. La deforestación galopante, la construcción de canales de drenaje que transportan restos químicos, los incendios forestales y los desvíos de sus afluentes la destrozaron hasta secarla.
Es contundente. Los incrementos de los incendios arrastran al cuerpo amazónico hacia el temido punto de no retorno. Los indígenas y las áreas protegidas sufren en la primera línea de fuego. En las ciudades la temperatura aumenta y las lluvias se extinguen.
Más de 200 familias de menonitas compraron 14.400 hectáreas de bosque en los Bañados de Isoso que colindan con el área protegida nacional. Para deforestarlas, construyeron en silencio, sin autorización del Gobierno ni estudio sobre el impacto ambiental, un puente de 150 metros de largo sobre el río Parapetí, que les costó medio millón de dólares. Ya metieron 15 orugas y deforestaron 3.000 hectáreas.
La investigación de Revista Nómadas reveló, el 26 de enero, la existencia de la mole de acero y la deforestación en los Bañados de Isoso. La presión y la indignación social no se hicieron esperar y movilizaron a las autoridades en la búsqueda de respuestas y soluciones.
El reportaje de investigación: “El puente clandestino de los menonitas lleva la deforestación a los Bañados de Isoso y amenaza al Kaa Iya”, generó críticas a los poderes políticos de Bolivia, que han enviado comisiones para indagar cómo es que se construyó una plataforma, sin permiso y “de la noche a la mañana”.
Más de 200 familias de menonitas compraron 14.400 hectáreas de bosque en los Bañados de Isoso que colindan con el área protegida nacional. Para deforestarlas, construyeron en silencio, sin autorización del Gobierno ni estudio sobre el impacto ambiental, un puente de 150 metros de largo sobre el río Parapetí, que les costó medio millón de dólares. Ya metieron 15 orugas y deforestaron 3.000 hectáreas.
©2024- Todos los derechos reservados. Diseñado y desarrollado por Revista Nómadas
¡Mantente al día con lo último en sostenibilidad, turismo y viajes! Suscríbete a nuestro newsletter y recibe directamente en tu correo las noticias más relevantes, consejos prácticos y aventuras inspiradoras.